Por los delitos de homicidio calificado y porte ilegal de armas fue formalizado este jueves Hugo Acevedo Manzano (45), imputado por los crí­menes de Carola Cecilia Cortés González (40) y su hijo, Alejandro Guillermo Ibaceta (22), ocurridos frente a la municipalidad de Pudahuel, en San Pablo 8444.

En la audiencia, la Fiscalí­a Metropolitana Occidente expuso los antecedentes recabados en el curso de estas horas, dándose cuenta que el sujeto tuvo una relación sentimental con la mujer, con quien tení­a dos pequeños hijos, de cinco y dos años.

La jueza del Primer Juzgado de Garantí­a de Santiago, Claudia Burgos, decretó la prisión preventiva del formalizado y fijó en 90 dí­as el plazo de las indagatorias.

Al respecto, el fiscal Emiliano Arias relató que la ví­ctima habí­a cambiado el cerrojo de la puerta de su departamento, debido al término definitivo de la relación entre ambos "lo  que podrí­a haber generado este cambio en el comportamiento del individuo. El testigo, que también es ví­ctima,  de lo que Hugo A.M. dijo "cuando te pille te voy a encontrar sola  y nadie se rí­e de mí­" alcanza a decí­rselo a su hermana mientras aún estaba con vida".

Su deseo de volver y la negativa de ella, lo habrí­an llevado a cometer la irracional acción, según confesó el imputado.

DEFENSA ACUSA DEMENCIA
Una de las tesis que maneja la defensa del imputado es que el homicidio se habrí­a producido en un momento de arrebato o de locura temporal.

Es por esto que el representante Acevedo, Silverio Fuentes, expresó que "todaví­a no podemos determinar cuál es su exacto sentido de la realidad, ni su salud mental, no tenemos  sus antecedentes clí­nicos, vamos a tener que investigar para determinar si es una persona cuerda o no. Si lo es, hay que establecer si perdió temporalmente su cordura". En este sentido, el Ministerio Público solicitará exámenes psiquiátricos al imputado y una pena no inferior a los 20 años.

Las dos ví­ctimas caminaban frente a la alcaldí­a y desde unos vehí­culos se bajó el imputado, quien disparó a quemarropa contra madre e hijo. Ambos fallecieron en el lugar ante las miradas atónitas de decenas de testigos, entre ellos adultos mayores que se preparaban para salir de paseo desde la alcaldí­a.

Después de su acción, el sujeto se dirigió a su trabajo en la municipalidad de Calera de Tango, lugar donde confesó el crimen al alcalde de la comuna, Erasmo Valenzuela, y posteriormente, se entregó a Carabineros.  Nelson Donoso, amigo del imputado, expresó que "él me llamó y me confesó que habí­a disparado y que se iba a entregar. Lo volví­ a llamar y le dije que hablara con el alcalde".