Tras los planteamientos de la fiscalía, los abogados defensores del médico Conrad Murray, acusado de asesinato involuntario en el caso de la muerte de Michael Jackson, señalaron que fue el mismo Jackson quien se administró la dosis de Propofol que derivó en su muerte, y que "no había forma de salvarlo".
Según el abogado Ed Chernoff, citado por el portal TMZ, "Michael Jackson tenía un problema que no podía se resuelto con ningún tipo de determinación". Agrega que su cliente "no es un doctor de celebridades", sino que un cardiólogo que se dedica "a salvar vidas".
Durante el juicio que comenzó esta mañana, Chernoff llamará como testigos a una serie de pacientes de Murray, quienes darán fe de las buenas intenciones y de la capacidad del doctor.
Según el abogado, Murray le habría enseñado a Jackson a administrarse Propofol, en cuanto el cantante lo necesitaba para dormir. Según Chernoff, Jackson no tenía problemas de insomnio, sino que era incapaz de dormir sin medicamentos.
Pero añade que no fue culpa de Murray que el cantante desarrollara una adicción por el medicamento, sino que sería responsabilidad del doctor Arnold Klein, quien había tratado al cantante en ocasiones anteriores.