En noviembre de 2011, el defensa francés de Manchester United, Patrice Evra, acusó al delantero uruguayo de Liverpool, Luis Suárez, de haberlo insultado con fuertes consignas racistas.
Ello le costó una fuerte sanción al oriental, con quien -parecía- había superado todos los problemas personales con un apretón de manos en un duelo posterior de la Premier League.
Sin embargo, la rivalidad volvió a aflorar. Porque mientras Luis Suárez fue castigado por morder al defensa de Chelsea, Branislav Ivanovic, Evra festejó el título de Manchester United de una manera bastante peculiar: hizo el ademán de morder una mano de plástico arrojada desde el público.
De esta forma, ni el eufórico festejo del título hizo olvidar al galo (de nacimiento senegalés) la rivalidad con el uruguayo, que también se vio enfrentado hace poco con el seleccionado chileno Gonzalo Jara.