En una entrevista que publica hoy el diario italiano "La Repubblica", Del Bosque niega que la victoria por 4 a 0 en la final de la Eurocopa el pasado 1 de julio pueda darle ahora a España algún tipo de superioridad con respecto a Italia, y menos sirva para poder sacar al pueblo español de los problemas cotidianos que están viviendo.
"No creo (que la Eurocopa pueda aliviar la situación). El consuelo breve de una noche, el orgullo de una victoria deportiva, no pueden contra las condiciones reales de un pueblo. Y nuestro pueblo atraviesa un momento de crisis gravísima. Nos hicimos ricos, de pobres que éramos, demasiado rápido", afirma el seleccionador.
Del Bosque explica que la fórmula de su éxito (Mundial y Eurocopa al frente de España) es la de conseguir una buena relación con los jugadores y tener también una buena generación de futbolistas que, entiendan, por encima de los comportamientos "heroicos", que lo harán mejor solo si el grupo funciona.
Y responde sobre el bautizado en Italia como "biscotto" (galleta), el supuesto empate acordado que España podría haber llevado a cabo en el último partido de la fase de grupos de la Eurocopa con Croacia para dejar fuera a la selección italiana, algo que finalmente quedó demostrado que no se llevó a cabo.
"Eso es imposible. Imposible en el sentido de que es impensable. No se juega para perjudicar a un tercero, se juega en el campo. No puede ser de otro modo. El fútbol es un deporte. El deporte tiene sentido si es limpio. El fútbol es un juego limpio", afirma el entrenador.
"Por lo que me consta lo es. En toda mi vida solo he conocido este modo de jugar. Entiendo que la mercadotecnia, en general el mercado, puedan llevar elementos de distracción. Pero no cambian la esencia del juego. Nunca he conocido a nadie que haya vendido un partido. Nunca lo he visto ocurrir con mis propios ojos. Esto no quita que pueda suceder, naturalmente", añade.
Del Bosque desvincula además las elevadas cantidades de dinero que se pagan a los futbolistas con el hecho de que puedan surgir casos como el escándalo de arreglos de partidos y fraude en apuestas deportivas que salpica al fútbol italiano.
"Si a los jugadores se les paga mucho eso es por la riqueza que generan: televisión, publicidad, etc. Yo no entiendo por qué se tiene que asociar riqueza y corrupción. El dinero puede y tiene que usarse para hacer el bien. No excluyo que haya quien no sepa hacerlo, pero en general nadie nace para hacer el mal. Todos nacemos con la intención de hacer el bien", finalizó.