Delegaciones de Zelaya y Micheletti retoman mesa de diálogo

Las comisiones de diálogo del depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, y del de facto, Roberto Micheletti, confirmaron que hoy regresarán a la mesa de negociaciones tras seis días de interrupción.

"El diálogo se reanuda hoy a las 5.00 de la tarde (23.00 GMT)", dijo Rodil Rivera, uno de los miembros de la comisión de diálogo de Zelaya, quien fue derrocado el 28 de junio pasado.

La representación de Micheletti indicó en un escueto comunicado que la comisión de Zelaya ha dado acuso de recibo de la nueva propuesta que presentó hoy el régimen de facto para que las partes involucradas en la restitución del depuesto presidente "acudan ante quien corresponda".

Añade que quedan a la espera para reanudar el diálogo a las 17.00 hora local (23.00 GMT).

"Proponemos que las mismas (las comisiones de diálogo), ejercitando su derecho constitucional de petición acudan ante quien corresponda, al amparo de las garantías procesales que establece el estado de derecho", subraya la iniciativa presentada hoy por la representación de Micheletti en las negociaciones.

Rivera expresó que la propuesta de Micheletti, "quitándole unos párrafos", no dijo cuáles, está "enmarcada en el Acuerdo de San José" que auspicia el Presidente de Costa Rica, Oscar Arias.

"Es negociable. Por consiguiente, la hemos estudiado, la hemos analizado y ahora vamos a consultarla con el presidente Zelaya", añadió Rivera en el hotel donde se celebra el diálogo.

Rivera también considera que la iniciativa de Micheletti "es debatible", porque en parte "reconoce el golpe de Estado".

"No puedo decir el análisis que hemos hecho, por lo menos contiene un elemento que puede ser analizado y puede ser debatido, el que se refiere a que ambas partes pueden recurrir en uso de su derecho a la instancia que crean competente, la Corte Suprema o el Congreso Nacional", afirmó Rivera.

Las partes interrumpieron el pasado viernes el diálogo iniciado hace 7 día, después que Zelaya acusara a Micheletti de hacer una propuesta que implicaba el no reconocimiento de que en Honduras hubo un golpe de Estado.