Carabineros y la policía de investigaciones realizan diferentes operativos para dar con el paradero de cinco delincuentes provistos de armas de fuego cortas y que ocultando sus rostros con gorros pasamontañas, asaltaron esta tarde las oficinas de pago de la Compañía General de Electricidad, CGE ubicadas en pleno centro de San Fernando, llevándose $4 millones en dinero en efectivo.

Los sujetos ingresaron al recinto cuando en su interior habían aproximadamente, 20 clientes. Tras amenazarlos con pistolas, los asaltantes se dirigieron a las cajas de pago, obligando a los empleados a que les entregaran todo el dinero recaudado durante la mañana. Cometido el atraco los individuos, dos de ellos vestidos de terno y tres con ropa de color, se subieron a un automóvil marca Totoya modelo Yaris, que minutos antes habían robado en el sector poniente de la ciudad.

Carabineros y efectivos de la Policía de Investigaciones iniciaron un amplio operativo en la zona, que arrojó los primeros resultados, dando con el paradero del automóvil, que fue abandonado en la salida sur de San Fernando. El vehículo tenía quebrada la luneta de la puerta trasera derecha, además de reventada la chapa de contacto.

La policía baraja varias hipótesis, y una de ellas es que tras el robo, los sujetos habrían cambiando de vehículo. Sin embargo, habría testigos que aseguran que los delincuentes, una vez que abandonaron el Toyota, siguieron su huída a pie por la línea férrea en dirección Sur.

Tanto las oficinas de la CGE como el automóvil fueron periciados por la SIP de Carabineros y por personal especializado del Laboratorio de Criminalística de la PDI de Rancagua.

Momentos de angustia y terror vivieron los usuarios que a la hora del asalto estaban en las oficinas de pago. Hubo varios de ellos que debieron ser atendidos por personal del Hospital de San Fernando por el estado de schock con que resultaron. "Estaba esperando mi turno en la fila cuando los sujetos irrumpieron de manera muy agresiva al interior exigiendo que se les entregara el dinero", dijo una de las clientas de CEG.