El fabricante de computadoras estadounidense Dell padeció en el tercer trimestre por la crisis económica y algunos errores internos. El negocio de los texanos se encuentra estancado, a diferencia de numerosos competidores que pudieron recuperarse rápidamente. Por eso, las expectativas de Dell se centran ahora en el importante negocio navideño.
Las ganancias se desplomaron en comparación con el mismo lapso del año anterior en más de un 50%, a US$337 millones, en gran parte debido a los costos de la reestructuración en curso.
En tanto, el volumen de facturación cayó en el tercer trimestre un 15% en relación al año anterior, al quedar en US$12.900 millones.
"Vemos una mejora en la demanda de IT", declaró hoy el jefe y fundador de la compañía, Michael Dell, desde la sede de Round Rock tras el cierre bursátil.
Los analistas manifestaron su decepción, y la acción cayó en el negocio postbursátil alrededor de un 6%.