Una hora antes de la hora pactada para el concierto, el Movistar Arena ya se encontraba con la mayoría de sus localidades llenas.

A pesar de ser su quinta vez en el país, el público de Demi Lovato volvió a demostrarle su lealtad a la artista estadounidense, agotando casi en su totalidad las 10 mil entradas puestas a la venta para el Neon Lights Tour, la gira con la que la joven de 21 años llegó nuevamente a Chile promocionando su cuarto álbum de estudio, Demi (2013).

A estas alturas, nuestro país parece una parada fija en cualquier gira mundial de la ex chica Disney. Cintillos, globos y carteles decoraban al público presente anoche en el Parque O'Higgins, en su mayoría femenino y adolescente.

A las 20.30 fue el turno de las teloneras, TheRosso Sisters, cuatro hermanas británico-latinas desconocidas por estos lados. Eso, sin embargo, poco les importó a las encendidas fanáticas, quienes aplaudieron fuertemente al conjunto tras cada canción, interpretadas con instrumentos pregrabados, sin banda.

A las 21.20, con 20 minutos de retraso, las luces del Arena se apagaron, desatando una reacción ensordecedora por parte del público. En escena aparecieron, entonces, los cuatro músicos y dos coristas que conforman la banda de Lovato. La joven cantante, en ese momento, sólo aparecía en un video en la pantalla LED de fondo.

Empezó entonces Heart Attack, el tema que abre su más reciente disco, y la cantante apareció vestida de cuero y lentejuelas.

Un sonido algo bajo fue la tónica de las cinco primeras canciones, las cuales fueron interpretadas sin pausas. De nuevo esa deficiencia técnica poco pareció importarle al público, a esas alturas deslumbrado con cada nota interpretada por Lovato en el escenario.

La cantante tomó una guitarra para un momento acústico con la canción Catch me, dirigiéndose por primera vez a la audiencia.

Posteriormente, con Made in the USA llegaría el momento más coreado por el público durante la primera parte de la noche.

Antes de Warrior, la joven estadounidense se tomó un tiempo para referirse a su mediáticos problemas de drogas y alimentación, que la llevaron a realizar terapias de rehabilitación hace un par de años.

En virtud de aquello, Lovato les dedicó la canción a quienes hayan vivido situaciones similares.

La interpretación de Let it go, el popular single de la banda sonora de la película de Disney, Frozen, que ganó un premio Oscar como mejor canción original, fue otro de los momentos más aplaudidos del concierto.

Al cabo, después de 18 canciones y un espectáculo que se prolongó por cerca de una hora y 20 minutos, la cantante norteamericana cerró con Give your heart a break una nueva presentación en Chile y dejó nuevamente felices a sus fanáticos.