Tras su primera semana de regreso de vacaciones, el Presidente estadounidense, Barack Obama, está siendo criticado, por no tener un plan militar efectivo para frenar el avance del Estado Islámico en Siria y por tomar una posición demasiado pasiva frente a la supuesta incursión de tropas rusas en suelo ucraniano.

En sus dos semanas de descanso en Martha's Vineyard, el mandatario no pudo alejarse por completo de sus labores ejecutivas y tuvo que dividir su tiempo entre rondas de golf y declaraciones públicas, sobre las crisis externas que complican a Washington. Pero su actuar no fue bien recibido por algunos, especialmente luego de la conferencia de prensa del jueves pasado, donde advirtió que su gobierno "aún no tenía una estrategia" para combatir a las fuerzas del Estado Islámico (EI) en Irak y Siria. Además, insistió en que Estados Unidos debe establecer, junto a sus aliados, de qué forma encararán la política del Presidente ruso, Vladimir Putin, en Ucrania.

Las críticas desde la oposición republicana fueron las más rápidas en llegar. Sin embargo, ayer, la senadora demócrata Dianne Feinstein también dirigió sus críticas a la gestión de Obama. Feinstein, quien encabeza el comité de Inteligencia del Senado, señaló que Obama se ha mostrado "demasiado cauteloso" en su estrategia para combatir a los yihadistas del EI.

Hasta ahora, la Casa Blanca no ha presentado una estrategia clara para detener el avance de los yihadistas en Siria e Irak. Sin embargo, el sábado, el secretario de Estado, John Kerry, dijo que Estados Unidos buscará una "coalición global" para enfrentar a la milicia. Para esto, Kerry y el jefe del Pentágono, Chuck Hegel, esperan pedir apoyo internacional en la reunión de la OTAN esta semana, en Gales.

La senadora también se refirió a la crisis en Ucrania y puso en duda que las sanciones económicas sean una medida suficiente, para detener la supuesta incursión de las tropas rusas en Ucrania. "Los rusos son muy valientes y han sufrido por mucho tiempo. Ellos superarán cualquier dificultad económica", declaró Feinstein.

Desde la capital ucraniana, el senador demócrata de Nueva Jersey, Bob Menéndez, jefe del comité de Relaciones Exteriores de la Cámara Alta, expresó su apoyo a la petición del Presidente ucraniano, Petro Poroshenko, para que se le envíe armamento militar. "Ha llegado el momento de que Estados Unidos arme a Ucrania, para hacer frente a la invasión rusa", señaló Menéndez. Además, el senador demócrata hizo un llamado a la Unión Europea (UE) a aplicar sanciones económicas mucho más estrictas.

Por su parte, el congresista Adam Smith, el demócrata de mayor rango en el comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes, advirtió que cualquier acción de Estados Unidos en Siria tenía que ser calibrada cuidadosamente, para evitar respaldar inadvertidamente al gobierno de Bashar Assad.

Pero se unió a los republicanos al instar a Obama a entregar más que sólo una ayuda "no letal" al gobierno ucraniano, mientras se resiste al avance de fuerzas rebeldes prorrusas. "Deberíamos ser más efectivos al momento de respaldar al gobierno ucraniano", dijo Smith al programa de la cadena CBS Face the Nation.

Desde el bando republicano también criticó a Obama el senador John McCain, quien reaccionó a las declaraciones del presidente, la semana pasada, cuando dijo que "mucha gente cree que el mundo se cae a pedazos" debido a lo que aparece en los medios de comunicación. McCain dijo ayer haber quedado "asombrado", ya que "esas declaraciones muestran que no percibe la realidad tal como es o que ésta lo tiene abrumado", dijo.