La casa de Cairns, en el noreste de Australia, donde el viernes fueron hallados ocho niños muertos a puñaladas será demolida y se levantará un monumento de recuerdo en su lugar, informaron hoy fuentes oficiales.
Familiares y amigos siguen rindiendo tributo a los fallecidos cerca de la casa del barrio de Manoora, donde la policía encontró muertos a los cuatro niños y cuatro niñas de entre 2 y 14 años, cuyas identidades no han sido facilitadas por razones culturales.
El diputado de la circunscripción, Gavin King, dijo que tras hablarlo con familiares y vecinos, se ha acordado derrocar la casa y construir un memorial que se definirá de acuerdo con las tradiciones de la comunidad aborigen local.
"Consultaremos con la familia, propietarios tradicionales y los vecinos. El gobierno estatal seguro que no será quien vendrá aquí y decidirá cómo será ni, evidentemente, cuando se hará", dijo King en declaraciones recogidas por la cadena ABC.
La policía arrestó e impuso cargos de asesinato a Mersane Warria, de 37 años, madre de siete de los niños y tía de la octava víctima, que fue encontrada en la casa con heridas en el cuello y pecho, y se encuentra desde entonces en el hospital bajo custodia policial.
El inspector Bruno Asnicar dijo que la casa permanecerá acordonada varios días mientras sigue la investigación en la que se han recopilado varias pruebas y tomado declaración a un centenar de testigos.