Hace un par de semanas, Chile no sólo sorprendió en la segunda fase de la Liga Mundial de hockey césped en Canadá, al llegar a la final, sino que también una Diabla fue elegida la Mejor Juvenil del campeonato. No se lo esperaba Denise Krimerman, porque asegura que partió mal el certamen, aunque por rendimiento y lo que consiguió Chile, el premio parece merecido. "Fue una sorpresa, porque tuve un torneo de menos a más. Llevo cuatro años en el seleccionado, cumplí 100 partidos internacionales allá, pero me costó un poco agarrar el ritmo, un poco falta de confianza", reconoce.
Lo de Canadá fue un gran resultado.
Fue un campeonato completo, por resultados: llegamos a la final invictas, estuvimos más de la mitad de la final ganándole a India, una potencia, y perdimos en penales.
Allá jugaron contra rivales clásicos de Panamérica y los mismos que serán rivales en la World League 3 en Sudáfrica.
Será otro juego, es totalmente distinto, es más dinámico todo. Va a ser un desafío, nuestro grupo es Sudáfrica, India, Estados Unidos y Argentina. Va a ser muy bueno, un torneo que vamos a tener que jugar al 100 y después de una semana hay Copa América, donde nos volveremos a enfrentar con Uruguay, Canadá, Argentina, Estados Unidos.
¿Buscarán una clasificación al Mundial?
Sí. O sea, nosotras fuimos a Sudáfrica en enero, jugamos tres test matches y el último lo ganamos. Con India nos acabamos de enfrentar, va a ser una revancha, pero se parte de cero. Los rivales a vencer serían Argentina y Estados Unidos, que ha crecido mucho a nivel mundial, pero la última vez que jugamos perdimos 2-1 el año pasado en una gira preparatoria.
¿Cómo comenzó en el hockey?
Tengo una familia muy deportista. Yo era atleta cuando chica: hacía velocidad y me aburrí porque era muy solitario y justo llegó el hockey a mi colegio, el San Francisco del Alba, aunque se hizo solo un año. Después me fui a Old Reds, que es mi club actual, y ahí empecé a hacer el proceso de selecciones. Creo que he faltado a un solo proceso.
¿Familia de deportistas?
Mis papás juegan tenis. Mi mamá, que es argentina, cuando chica hacía basquetbol y mi papá también corre. Una hermana nadaba y la más chica juega tenis. Siempre nos dijeron que mientras seamos responsables con el deporte, como que el colegio era algo que teníamos que cumplir, con buenas notas, pero sabían que el sacrificio que uno pone en el deporte baja un poco las calificaciones.
¿Cuánto tiempo alcanzó a vivir en Argentina?
Dos años, me vine muy chica. Por la crisis del corralito, mis papás se tuvieron que venir. Mi papá es de acá y mi mamá tiene antepasados chilenos.
¿Y si se hubiera quedado allá o se fuera ahora?
Me lo han dicho, tengo la nacionalidad argentina, pero hubiera sido totalmente diferente mi historia. En Chile era muy chica, faltaba gente para el recambio y por eso crecí tanto; allá me hubieran llamado a un adulto recién ahora. Hay mucha más calidad y cantidad. Acá eligieron entre 40 personas y allá sería entre 150.
¿Desde qué edad juega en la selección adulta?
Desde los 17 años.
¿Y siempre fue titular desde entonces?
Últimamente sí, llevo casi un ciclo completo en esto. Es que justo hubo un recambio con niñas que venían de Guadalajara 2011.
¿Tiene ídolos?
Se lo sigo diciendo a la Javi Villagra, que era la capitana en ese entonces. Es una líder, siempre fue su esencia ayudar, y la observé mucho. Hablé con ella antes del torneo (en Canadá) y le dije que ahora todo lo que aprendí de ella lo hago. Nunca pensé que iba a llegar a jugar junto a ella.
¿Está estudiando?
Sí, kinesiología, segundo año.
¿Cómo se proyecta?
Lo intento complementar siempre, igual encuentro que acá en Chile es muy difícil. No se ve mucho lo que no es fútbol, si el deporte no es tan conocido o no eres una deportista excelente que ganes todos los torneos. Por ejemplo, en mi universidad nunca habían tenido deportistas de alto rendimiento, entonces me costó mucho meterles esa nueva cultura.
Entonces, ¿mira al extranjero?
Me gusta mucho kinesiología y quiero sacarla adelante. Claramente tengo pensado irme afuera, estoy viendo cómo va este proceso con Cacho (Sergio Vigil, el técnico de Chile). Si congelo... será algo que decidiré en el momento.
En las World League debe haber veedores.
Al World League que fuimos la primera vez había, y muchos entrenadores viendo. Al año siguiente la Coni Palma y Manu Urroz se fueron a Bélgica, otras, a España. Por eso mismo creo que puede ser. Pero ahora todas volvieron.
¿Por qué?
A Cacho le gusta que todas estemos aquí, entonces quedan pocas en el extranjero, la Manu y la arquera (Claudia Schuler) en Alemania, pero ella vive allá.
¿Y si usted tuviera que elegir hacerle caso a Cachito o irse al extranjero?
Creo que mientras las jugadoras sigan creciendo y sumando, tienen que darles permiso. Hay que ser realistas, acá el torneo nacional es muy bajo, no nos sirve mucho.
¿Pelearía con Cachito por irse al extranjero?
Sí, totalmente, pelearía. La opción es afuera, siempre va a estar un paso más arriba.
¿Cuál es su opinión del trabajo de Vigil? ¿Hizo un cambio de mentalidad?
Sí, pero él trabaja mucho con la base que teníamos. No cree que porque haya llegado él, nosotras estamos triunfando. Claramente tenemos una base que se viene trabajando hace años y que ahora está dando frutos. Una parte muy importante es la sicología que él hace, cómo nos motiva, las charlas que tenemos con él. Se piensa que son muy estratégicas, de táctica, pero en verdad él se enfoca mucho en la motivación, cómo meternos un objetivo y sentirlo tanto que los entrenamientos se hagan al 100. Su mentalidad es siempre de ganar, ganar, ganar y uno lo refleja a su vida cotidiana y no solo en el hockey, uno lo replica en la universidad o en la familia.