Material sin esterilizar en los pabellones del Instituto Nacional del Tórax denunció el Colegio Médico Regional Santiago a la dirección de ese recinto, con el fin de que se busque una solución, por constituir un riesgo para el personal y los pacientes.

Pablo Araya, presidente de ese gremio, sostuvo que recibió los antecedentes de médicos del establecimiento hace algunas semanas. Araya relató que los especialistas se encontraron en la sala de operaciones con instrumentos con manchas y residuos (remanentes de otras operaciones quirúrgicas), por lo que se negaron a efectuar las prestaciones por considerar que los médicos, el personal general y los pacientes podrían correr un riesgo. Por ello, dijo que también remitirá los antecedentes al Servicio de Salud Metropolitano Oriente.

La subdirectora médica del Instituto Nacional del Tórax, Gloria Ramírez, explicó que las dificultades comenzaron el 13 de mayo pasado, cuando la firma que realizaba esas labores dejó de trabajar en ese establecimiento. En esa fecha comenzó a funcionar la empresa Paraclinics, la que -según los médicos- no prestaba el servicio de manera adecuada, por lo que se están viendo posibles soluciones. "Se están evaluando las alternativas a tomar en tanto la empresa pueda realizar las mejoras", dijo.

Añadió que esta situación ha generado trastornos: desde el 13 de mayo el instituto ha funcionado en un 54% de su capacidad total. Por ello, la entidad ha debido reprogramar las atenciones.

"En ningún caso podemos llegar al 1 de julio de esta manera, porque en ese momento subirán las prestaciones por la incorporación de nuevas patologías al Auge", dijo Ramírez.

La subdirectora añadió que uno de los problemas que enfrentó la empresa es que el volumen de instrumentos a esterilizar asciende a 10.000 herramientas. Por ello, se está evaluando si un prestador privado pudiera ser una opción para colaborar con la esterilización.

Ante las consultas por el caso, Christian Lyon, gerente general de Paraclinics afirmó que "iniciadas nuestras operaciones (en el Tórax), y tras el tratamiento del primer material quirúrgico, se envió al INT (Instituto Nacional del Tórax) insumos desechables (catéter) con restos de materia orgánica". Añadió que ese hecho fue "puntual" y "se debió a un error técnico y a una decisión individual de un trabajador de Paraclinics que resolvió por iniciativa propia enviarlas sin previa consulta a su supervisor, con el objetivo de demostrar de manera explícita al Instituto que ese tipo de materiales que ellos estaban enviando no se podía esterilizar. Esto, porque son desechables, no reutilizables". La firma consideró que este era un hecho grave e informó que tomó medidas de carácter interno.

Sobre la existencia de residuos, Lyon añadió que "es materia delicada. Es real y existen fotografías, no obstante, no hay un análisis, ni se han tomado muestras para determinar el real origen".