El presidente de la Comisión de Aseo y Ornato de la Asociación Chilena de Municipalidades (ACHM), Rubén Malvoa, indicó que la presentación de espectáculos callejeros como el sucedido este fin de semana con el cierre del Festival Internacional de Teatro Santiago a Mil y el recorrido de la "Pequeña Gigante y su Tío Escafandra" por las calles de Santiago Centro, "deberían contemplar en sus intervenciones urbanas las condiciones adecuadas para el manejo de desperdicios que generan", manifestó el también alcalde Conchalí.
La actividad no pudo tener mejor convocatoria en sus últimos tres días logrando interesar a más de un millón y medio de personas. "Esta afluencia de público se ha traducido en recipientes de basura desbordados, en calles y aceras tapizadas de desperdicios, al igual que jardines e incluso en los exteriores del Palacio de La Moneda", afirmó Malvoa.
"Pese al nivel mundial del espectáculo de marionetas, a nosotros nos falta mucho para llegar a esa categoría, ya que no hubo preocupación por disponer de las condiciones adecuadas para manejar la gran cantidad de desperdicios que se producen", insistió el presidente de la Comisión de Aseo, Ornato y Residuos Sólidos de la Asociación Chilena de Municipalidades.
El edil replicó advirtiendo que "aún no entramos en una adecuada 'cultura de la basura', pues los asistentes lanzan sus desperdicios indiscriminadamente a las calles. Creo que como sociedad debemos enfocarnos en educar al respecto y lograr que presentaciones tan maravillosas como ésta no se vean empañadas por la inmundicia que aflora el día después".
"La pregunta es ¿quién se hace responsable por la basura de los espectáculos masivos en la vía pública? ¿La productora detrás del espectáculo o nuevamente los municipios? Estos últimos, que son los que albergan las actividades, ya están cansados de asumir finalmente estas tareas que, además, no vienen de la mano con un presupuesto para ello", concluyó Malvoa.