El gobierno canadiense habría efectuado intensas gestiones para tratar de que Chile, Panamá y El Salvador rechazaran los esfuerzos de Palestina para ser reconocida por la ONU como un Estado.

Según publica hoy el periódico "The Globe and Mail", los tres países latinoamericanos fueron incluidos en un selecto grupo de naciones a las que el ministro de Asuntos Exteriores de Canadá, John Baird, contactó meses antes de la solicitud palestina para obtener su garantía de rechazo. 

Además de Chile, Panamá y El Salvador, Baird trató de ganar el apoyo de los ministros de Exteriores de Corea del Sur, Australia, Nueva Zelanda, Singapur y Tailandia.

Según los documentos oficiales a los que tuvo acceso "The Globe and Mail", en las notas preparadas para que Baird hablara con las autoridades panameñas se indicaba que su ministro de Asuntos Exteriores, Juan Carlos Varela, apoya las inversiones canadienses en el sector minero del país y que es miembro del Opus Dei.

The Globe and Mail señaló que aunque los diplomáticos canadienses han cabildeado a otras naciones para conseguir sus votos en la ONU, el hecho de que el mismo ministro de Asuntos Exteriores llamara a sus homólogos en esos países es señal de que Canadá consideró este asunto como "una prioridad".

Desde que en 2006 el primer ministro conservador Stephen Harper llegó al poder, Canadá se ha convertido en uno de los más firmes apoyos internacionales de Israel, en algunos casos incluso superando a Estados Unidos, su tradicional aliado.

Canadá señaló que el reconocimiento de Palestina en la ONU sería "un obstáculo" para la paz en el Oriente Medio, la misma posición adoptada por las autoridades israelíes.

El año pasado, la Autoridad Nacional Palestina dijo que si el Consejo de Seguridad de la ONU, en el que Estados Unidos tiene veto, no reconocía a Palestina como un Estado, acudiría a la Asamblea General de la ONU, en la que votan todos los Estados miembros, incluidos los ochos contactados por Canadá.

El periódico añadió que los ocho países fueron contactados porque Canadá consideró que sus dirigentes mantienen conexiones con el Gobierno canadiense que les hacen más propicios a sus sugerencias. 

Chile y Panamá mantienen tratados de libre comercio con Canadá y en los últimos años el Gobierno de Harper ha expresado su apoyo a ambos países.