En la guerra de Irak se produjeron aparentemente situaciones de fuerte tensión entre oficiales británicos y estadounidenses, informó el diario británico Daily Telegraph en su edición de hoy.
Un oficial británico del Estado Mayor habría definido a altos mandos militares estadounidenses como "grupo de marcianos" para los que "conversar es algo extraterrestre". "Pese a nuestra así llamada 'relación especial' no recibimos un trato distinto del que daban a los portugueses", denunció ese oficial, de acuerdo con el rotativo.
Por segundo día consecutivo el Daily Telegraph publicó hoy informaciones basadas en documentos del gobierno, a los que tuvo acceso antes de que comenzara una investigación apoyada por todos los partidos políticos sobre el papel de Reino Unido en la guerra de Irak.
Se trata, entre otras cosas, de declaraciones por escrito de altos mandos militares que fueron recogidas tras su regreso de Irak durante audiencias por el gobierno británico.
Antes de las primeras audiencias, el presidente de la comisión, John Chilcot, advirtió a los testigos contra posibles declaraciones falsas. "Un testigo, que cree que puede ocultar o distorsionar algo, está equivocado, porque tenemos mucho material documental probatorio", aseguró.
Según Chilcot, la comisión tiene documentos gubernamentales de los últimos nueve años, por lo que nada puede ser ocultado. "Si se omitiesen datos, lo sabríamos", sostuvo el veterano funcionario del gobierno, que actualmente está jubilado.
Ya el domingo el periódico Sunday Telegraph citó documentos que afirmaban que durante la incursión de soldados británicos en Irak se produjeron averías y que toda la operación estuvo mal preparada. Además, los soldados, por lo visto, estuvieron mal equipados tanto para la misión militar como para el posterior periodo de ocupación.
La oposición y grupos defensores de los derechos humanos reclamaron durante largo tiempo que se abriera una investigación para averiguar qué papel desempeñó Reino Unido en la incursión en Irak en el año 2003.
Tras la retirada de los británicos de Irak, el primer ministro Gordon Brown autorizó tal investigación. En los interrogatorios, que durarán varios meses, también se tomará declaración al ex premier Tony Blair, aunque eso no será hasta después de Navidad. A Blair se le acusa de engañar a la opinión pública sobre sus planes para Irak.