Florencia Espiñeira es una de las riders chilenas con mayor proyección de futuro dentro del panorama nacional. Su segundo lugar conquistado en el Campeonato Panamericano de Cross Country, y el tercer puesto obtenido en la Copa del Mundo junior de la misma disciplina, así lo atestiguan.
La corredora, que viene de proclamarse campeona de la exigente prueba por etapas 'Andes Pacífico' de Mountain Bike, no le teme a nada. A nada, ni a nadie. Y mucho menos a quienes tratan de someter al deporte bajo el yugo de la homofobia y la intolerancia. Y es que la valiente confesión brindada en exclusiva a La Tercera, convierte a la mujer de 22 años en la primera deportista profesional de la historia en reconocer públicamente su homosexualidad en Chile.
"No lo había hecho público antes porque tampoco se había dado la oportunidad, pero creo que reconocer lo que uno es no cuesta tanto, no es tan terrible", comienza. "Yo soy gay, y si decirlo sirve para que todos en la misma situación hagan lo mismo, perfecto", continúa.
La corredora, que el próximo mes de abril representará a Chile en Bariloche en el Campeonato Latinoamericano de Enduro, disciplina en la que ha comenzado a competir recientemente, no tiene ninguna duda de que sus auspiciadores no dejarán de confiar en su potencial deportivo: "Yo no tengo ningún complejo. Estoy orgullosa de poder estar con mi polola en las carreras. Evidentemente siempre preocupa que pueda darse una discriminación en el ámbito profesional, porque es tu fuente de ingresos, pero no creo que eso vaya a pasarme", reconoce la deportista, antes de manifestar su deseo de que "la orientación sexual de cada uno pueda dejar algún día de ser noticia en Chile".
Y es que Espiñeira, que representó por primera vez a su país en el año 2007, asegura que "todavía hay mucho que avanzar" para lograr que la igualdad sexual, en toda la la acepción del concepto, pueda ser posible.
La rider, que reconoce que el deportivo es "uno de los espacios más retrógados de la sociedad chilena", manifiesta que en el caso de los deportes menos mediáticos, salir del closet es mucho más difícil: "Yo creo que para un futbolista, por ejemplo, que ya de por sí tiene mucha tribuna, tendría que ser más fácil reconocer su homosexualidad. Creo que ellos podrían contribuir mucho más a esta causa", valora.
La corredora santiaguina, que vive uno de sus mejores momentos en lo deportivo, garantiza que nunca ha sufrido un episodio de discriminación por su condición sexual: "Normalmente entreno con una compañera que sabe que soy lesbiana, pero nunca ha existido ningún tipo de rechazo por ese motivo".
Espiñeira expresa su deseo de que su confesión pueda servir como ejemplo. "Me gustaría que sirviera para que todos los homosexuales puedan reconocerlo. Ojalá que valga para que dejen de esconderse y puedan llevar una vida más abierta dedicada al deporte", termina. Palabras que derriban muros.