Muchas personas están conscientes de los daños que produce el sol intenso en la piel, o el agua clorada de piscinas o la sal del mar, pero pocos toman en cuenta cómo pueden incidir los cambios bruscos de temperaturas, el gélido viento o la calefacción en el rostro, labios y manos.
Y es que la falta de información respecto de cómo cuidar la piel durante todo el año es un factor preponderante a la hora de consultar con un especialista, principalmente en los meses de invierno cuando estamos más abrigados y no exponemos mucha piel al exterior.
RECOMENDACIONES
Pero como la piel es un órgano que cumple diversas funciones como proteger los órganos internos, evitar que penetren microorganismos o actuar como filtro ante la radiación ultravioleta, la doctora Claudia De la Cruz, dermatóloga de Clínica UC San Carlos de Apoquindo, entrega una serie de recomendaciones:
- La piel es nuestra barrera de contacto con el medio ambiente, por lo tanto el cuidado de la piel debe ser durante los 365 días del año.
- Durante las diferentes estaciones del año la piel responde diferente a las agresiones del medio. En invierno, la piel se vuelve más seca, fundamentalmente por la disminución de la humedad del ambiente, contribuyendo a esto también las duchas con agua muy caliente o las estufas o calefacción en general.
- Por ello, la especialista sostiene que es fundamental limpiar la piel del rostro dos veces al día, y luego aplicar un hidratante que devuelva la humedad perdida, también dos veces por día. "Los productos antiarrugas se deben mantener, pero siempre deben ser aplicados sobre una piel bien hidratada, ya que de lo contrario pueden irritar", precisa De la Cruz.
- Las personas que sufren de piel sensible tienen más tendencia a la resequedad, por lo cual es necesario insistir en el uso de hidratantes, tanto para la cara como para el resto del cuerpo.
"Es usual que en estos pacientes se produzcan lesiones o eccema en áreas como la cara anterior de las piernas o en las caderas. Para estos casos es recomendable usar detergentes para pieles sensibles al lavar la ropa evitando los suavizantes, y el uso de jabones sin perfume ni colorantes para el aseo diario de la piel", indica la dermatóloga.
- Otra parte del cuerpo que se ve afectada por el frío y los cambios bruscos de temperaturas son las manos. Para ellas, la doctora recomienda una buena hidratación que se debe efectuar varias veces al día, más que en otras épocas del año.
- La falta de humedad natural de la epidermis en esta época del año se traduce en una piel seca, descamada y fisurada, características que con el paso del tiempo pueden provocar un envejecimiento mayor. Estas consecuencias se manifiestan tanto en hombres como en mujeres, teniendo particular cuidado en estos meses de frío con los niños y adultos mayores porque suelen tener la piel más seca.
- Es necesario recordar también que en pleno invierno no es fundamental el uso de protectores solares, salvo para pacientes que padezcan rosácea o que tengan antecedentes de cáncer de piel. "Es recomendable, eso sí, aplicarse un filtro solar en caso de pasar un tiempo prolongado al aire libre y sobre todo si va a practicar deportes de montaña como el ski", señala la especialista.
La doctora De la Cruz concluye que el diagnóstico correcto del tipo de piel es fundamental para la prescripción de productos que permitan una adecuada hidratación del paciente y ante cualquier duda consultar con un experto en la materia.