La investigación, llevada a cabo en junio, muestra una estela de sustancias químicas derivadas del petróleo de 200 metros de alto, dos kilómetros de ancho y 35 kilómetros de largo.
Los resultados del estudio fueron publicados en la revista Science.
CAUTELA
Desde hace meses se especula sobre la existencia de grandes cantidades de crudo disueltas en las profundidades marinas.
Esta nueva investigación confirma que una estela, o mancha, sí existe bajo la superficie. No obstante, muestra también que esta cantidad es relativamente pequeña, posiblemente menos del 0,1% del total de petróleo derramado.
Los integrantes del equipo de investigación del Instituto Oceanográfico Woods Hole en Massachusetts, Estados Unidos, se mostraron cautelosos a la hora de hacer comentarios sobre el significado del estudio.
Chris Reddy fue uno de los científicos que participó en la investigación. Según dijo, no se siente en condiciones -a estas alturas- para especular sobre el impacto que la estela de crudo podría tener sobre la vida marina en esa zona del océano.
"Necesitaría un inventario más preciso de todas las moléculas que componen la mancha de crudo para empezar a tener una idea", afirmó el investigador.
Jane Lubchenco, directora de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), y una de las científicas más prominentes de EE.UU. comentó lo siguiente: "Será mejor para todos proceder de manera cuidadosa, considerada y mesurada, de forma que podamos documentar todo y compartirlo públicamente".
Expertos marinos afirman que el estudio de los investigadores estadounidenses ofrece una mirada importante sobre el alcance del impacto del derrame de crudo en la ecología marina de la región.
CONCENTRACIONES BAJAS
Simon Boxall, del Centro Oceanográfico Nacional de la Universidad de Southampton, en el Reino Unido, considera que "es, en realidad, una mirada optimista y despeja los temores de que haya enormes estelas de crudo en el oceáno profundo".
Para Martin Preston, un experto en contaminación marina de la Universidad de Liverpool, también en el Reino Unido, si bien la mancha sumergida contiene muchas sustancias químicas tóxicas, las concentraciones son bajas y se encuentran a una profundidad donde viven relativamente pocos animales marinos.
El temor de que esta zona se quede sin oxígeno por que la estela de crudo se descompone y crea lo que se conoce como "zona muertas" es infundado, añadió el investigador.
"Las estelas de crudo se descomponen normalmente por la acción de organismos microscópicos, en un proceso que utiliza el oxígeno que está en las aguas del mar", explicó Preston.
"Si esto sucede rápidamente, los niveles de oxígeno pueden llegar peligrosamente a niveles muy bajos, a expensas de los animales marinos. Por esta razón, el hecho de que se el petróleo se esté descomponiendo lentamente y alejando de la costa es una buena noticia, en el corto plazo", completó el experto.
POR MUCHO TIEMPO
Sin embargo, la resistencia de la estela también es una señal negativa: los componentes del crudo no se están degradando rápidamente y es probable que permanezcan en el agua sin disolverse por varios meses o incluso por más tiempo.
Benjamin Van Mooy, otro de los investigadores del equipo, afirmó que si los microbios que están cerca del pozo no están consumiendo rápidamente la mancha, "es posible que el crudo sea transportado por el agua a distancias considerables del pozo antes de ser degradado".
Por esta razón, será importante continuar monitoreando la región, aseguró Van Mooy.
"Cómo esta estela se está dispersando y desintegrando determinará cuán pronto se prodrá retomar la pesca en aguas profundas en el Golfo de México", concluyó el especialista.