Golpeado por su baja popularidad -por debajo del 30%- en julio pasado Ollanta Humala inició su cuarto y penúltimo año en el Palacio Pizarro y en su discurso ante el Congreso anunció nuevas medidas para estimular la economía. En su minuto, Perú se ganó el sitial de estrella emergente de la región, por su rápido y sostenido crecimiento económico, con tasas récord, como la de 9,7% en 2008. Pero ahora, la proyección es de 3% o incluso menos.

En octubre, el Banco Central de Reserva de Perú bajó las expectativas de comienzos de año, cuando se pensaba que el PIB peruano crecería más de 5%. Aunque el 3% de todos modos no es una cifra baja dada la realidad planetaria y continental -Venezuela (-1,3%), Argentina (0,1%), Brasil (1,7%), Chile (1,9%), Colombia (4,4), Paraguay (4,9%) y Bolivia (5,6%)- la desaceleración se siente en Perú. Y por lo mismo se abrió una amplia discusión sobre reformas estructurales.

Durante la gestión de Alejandro Toledo (2001-2006) Perú llegó a tasas récord, crecimiento que se mantuvo durante la administración de Alan García (2006-2011). De hecho, tras la crisis financiera mundial, Perú creció en 2010 un 8,6% y en los tres años siguientes mantuvo un desempeño formidable: 6%, 6,3% y 5,9%, según cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática (Inei).

García le entregó el poder a Ollanta Humala en 2011, con una economía sana, pero desde entonces nunca más se lograron números de dos cifras. La gran promesa y el desafío del Presidente peruano fue mantener el crecimiento, pero con una mejor distribución de ingresos, la gran tarea pendiente de Perú. Pero hasta ahora no ocurrió ni lo uno ni lo otro.

Aunque esta semana se informó que el PIB creció 2,68% en septiembre, la mayor tasa de los últimos cinco meses gracias a un desempeño favorable en el rubro de la construcción, sector financiero y seguros, telecomunicaciones y gastronomía, en Perú se preguntan si están ante el fin del "milagro económico".

Según advirtió esta semana el ex presidente del Banco Central, Jorge Chávez (ver entrevista), Perú necesitaría de "reformas estructurales" para retomar el crecimiento de 7%, de aquí a cinco años. "Los aspectos claves que se tienen que mejorar son educación, salud, reforma laboral, Poder Judicial, sistemas políticos y proceso de descentralización", advirtió Chávez.

A juicio de Carlos Meléndez, columnista de Perú.21 y El Comercio, lo que se necesita es un "shock institucional audaz, con una sistematización seria de evidencia y responsabilidad política". En cuanto a si las reformas estructurales serían como las que intenta llevar adelante la Presidenta chilena Michelle Bachelet, este cientista político plantea que más que copiar "se debe aprender de los errores que ha cometido Chile".

El gobierno peruano achaca la desaceleración a los "nuevos vientos internacionales" y esta semana lanzó un nuevo plan de estímulo que incluye una reducción de los impuestos a la renta de 30% a 28% para empresas y también de 15% a 8% para 1,2 millones de contribuyentes.

"En otros países de la región frente a la desaceleración de sus economías algunos están tomando medidas como subir impuestos para recaudar más, aquí no estamos pensando subir impuestos", dijo Humala.