La policía de Honduras desactivó hoy un artefacto explosivo compuesto por recipientes con combustible que estaba dentro de un vehículo estacionado frente a un edificio donde funcionan dos instituciones gubernamentales.
En el interior del vehículo había al menos dos bombonas pequeñas de acetileno, una de gas licuado para cocina, dos galones y una botella de gasolina, además de un reloj de ignición, explicaron fuentes policiales a la prensa.
El artefacto estaba conectado al sistema de ignición del vehículo y fue desactivado por miembros del Escuadrón Antibombas de la Policía Nacional.
El automóvil fue abandonado por personas desconocidas frente al edificio donde funcionan la Secretaría Técnica de Cooperación Internacional y un programa de desarrollo rural, en el sector este de Tegucigalpa.
Según las investigaciones preliminares, la persona propietaria del vehículo ya fue identificada, pero no lo había reportado como robado a pesar de que hoy dijo a la Policía que desconocía su paradero, indicaron las fuentes.
Hace dos semanas, las autoridades decomisaron unas 13 bombas molotov y otros seis artefactos explosivos a seguidores del depuesto presidente hondureño, Manuel Zelaya, que se alojaban en la Universidad Pedagógica Nacional, llegados desde el interior del país para participar en manifestaciones callejeras.
Los simpatizantes de Zelaya habían quemado poco antes un autobús de pasajeros y un restaurante luego de un marcha en las cercanías de la Universidad Pedagógica.
Posteriormente, al menos cinco bombas molotov fueron arrojadas contra el edificio del periódico El Heraldo en Tegucigalpa sin causar víctimas ni daños materiales graves.