Un fuerte debate se espera en la sala del Senado durante la discusión en particular del proyecto que despenaliza el aborto en tres causales: inviabilidad fetal, riesgo de vida de la madre y violación, que está punto de concluir su segundo trámite legislativo.
Esto, porque el lunes la Comisión de Constitución aprobó ampliar la objeción de conciencia -atribución que solo se había dado a los médicos para declinar participar, por motivo personal, de un procedimiento de aborto- a todo el equipo de salud que participe en el pabellón.
La extensión va contra lo especificado en el proyecto original, según el cual únicamente los facultativos pudeden negarse, para no dificultar y poner más trabas al acceso a este procedimiento.
Desde el PPD, el jefe de bancada e integrante de la Comisión de Salud del Senado, Guido Girardi indicó que su bloque decidió rechazar la ampliación. "El extender la objeción de conciencia es una manera indirecta de sabotear el aborto, la objeción tiene que ser individual". Sin embargo, Felipe Harboe (PPD) aclaró que si eso significa una traba a la aprobación del proyecto, "estaremos disponibles para flexibilizar la objeción y extenderla hasta el equipo médico".
En la DC esperan poder mantener la condición grupal de la objeción de conciencia, misma postura que adoptará la oposición, ratificando lo aprobado en Constitución y defendiendo, además, que se extienda a instituciones.
Una posición más radical tiene el senador PS Alfonso de Urresti, quien indicó que apelará a eliminar la objeción de conciencia total, tanto para médicos como la ampliación al equipo de salud, solicitando que la votación de ese artículo se haga de forma separada. "Soy la tesis de que no debiera haber objeción de conciencia ni para el médico, ni para el equipo médico y menos en el ámbito del sector público, por eso se aprobó que no podía haber objeción de conciencia institucional. Ahora en la discusión seguiré insistiendo en eliminarla", dijo Urresti.
Mientras, el senador Pedro Araya (Ind) indicó que mantendrá su postura en la Sala. "Voy a mantener lo que sostuve. Por una parte la objeción para todo el equipo que se encuentre en el pabellón, la vamos a defender, y, además, apoyar el resto del proyecto como salió de la comisión".
Desde la UDI, Hernán Larraín explicó que su sector espera poder mantener "las mejorías que se introdujeron en materia de que sean dos médicos especialistas los que determinen la inviabilidad fetal y que sea todo el equipo médico el que pueda haber objeción de conciencia".
Larraín agregó que también se insistirá en reponer la objeción de conciencia para la institucionalidad privada, es decir, que se extienda a la totalidad de un centro de salud, indicación que fue presentada por su sector y rechazada en la Comisión de Constitución.
Violación
Larraín indicó que se insistirá también en reponer otros ámbitos rechazados en el trámite, como precisar la redacción en la primera causal, pero sobre todo respecto de las otras dos causales donde existe "un desencuentro radical". Sin embargo, asume que la mayoría en la Sala es hacia aprobar esos artículos. "Yo espero que podamos avanzar en eso, lo digo con convicción aunque no con mucha esperanza porque hemos visto que hay mayoría para aprobar el proyecto en tres causales", dijo Larraín.
La oposición no cuenta con los votos para rechazar la causal de violación, por lo que apelará a los eventuales sufragios que se puedan dar desde la Nueva Mayoría y específicamente de la DC.
En esa línea, Francisco Chahuán jefe de bancada de RN, dijo esperar que "la DC pueda revaluar la tercera causal y esperamos que actué en consecuencia y coherencia con lo manifestado en la discusión parlamentaria". Agregó que hay compromisos hechos en pasillo para rechazarla, lo que espera "se concreten en la sala".
En la DC no hay una sola postura sobre la segunda y tercera causal y se ha dejado libertad de acción para la votación que se dará, eventualmente, el miércoles. Patricio Walker, del ala más conservadora de la DC, manifestó que "cada senador va a votar de acuerdo a sus convicciones y su leal saber y entender" y agregó que dentro de la colectividad existe "acuerdo unánime de aprobar indicación que amplía la objeción de conciencia al equipo médico y aprobar el programa de acompañamiento".
De sortear dichos escollos el proyecto llegaría a la Cámara, que hará la revisión final. De haber discrepancias entre senadores y diputados, se generaría la Comisión Mixta, donde los legisladores podrán reponer todas sus posturas. De lo contrario, el proyecto sería despachado. Ante ese escenario, la oposición ya anunció que recurrirá al Tribunal Constitucional para impugnar su legalidad.
Cabe señalar que la Comisión de Hacienda, que inició este miércoles el estudio de la iniciativa, la despacharía a más tardar el martes, para que el miércoles sea revisada en la Sala del Senado.