Identificar y comprender qué es aquello que influye en el buen rendimiento de algunos establecimientos y el regular o mal rendimiento de otros, es un desafío que aumenta en complejidad si se le añade la variable socioeconómica de la organización, las familias y el entorno.

En un estudio basado en asesorías a 13 liceos prioritarios realizado por la Facultad de Educación UC (2006-2010) se detectaron las siguientes debilidades o "nudos" en la gestión directiva: liderazgos confusos y distantes de lo pedagógico, equipos directivos desarticulados, proyectos educativos no utilizados como instrumentos de gestión, comunicación lenta y centralizada, roles poco claros, poca relación liceo-sostenedor, alto ausentismo laboral, toma de decisiones descoordinada y una autoridad directiva imprecisa o no asumida.

En cambio, la misma investigación demuestra que, sin importar la condición social o vulnerabilidad de su alumnado, una escuela que trabaja en equipo, gestiona su organización en torno a su proyecto educativo y mantiene relaciones fluidas con su sostenedor obtendrá buenos resultados académicos. En concordancia, otra investigación (DII, U. de Chile, 2010) identifica a partir de los resultados SIMCE y la condición de vulnerabilidad económica de los habitantes, aquellas comunas en las cuales la mayor parte de los establecimientos se mantiene en el tercio superior de resultados, en contraposición a otras que, aun con menor grado de vulnerabilidad, obtienen resultados por debajo de lo que se esperaría. La conclusión es que más allá del escenario, se pueden lograr buenos rendimientos si se dan ciertas condiciones, tales como por ejemplo, buenas prácticas de gestión, presencia de elementos de control, uso de incentivos, coordinación con y entre equipos directivos y proyectos educativos en común, entre otros.

Ahora bien, Mintzberg (2005) propone tres tipos de funciones directivas: las interpersonales, las informativas y las decisorias. La eficacia depende en buena medida del conocimiento que tenga un director de su propio trabajo y su rendimiento, de que comprenda y responda adecuadamente a presiones y problemas de trabajo. Así, el director, cuyas funciones le permiten guiar las actividades de los miembros hacia rumbos deseados, interpretar los planes para las personas, dar las instrucciones acerca de cómo ejecutarlos y garantizar la consecución de los objetivos, es en este contexto, una figura clave. El éxito de una organización está en función de la calidad y disposición de su equipo humano, y del máximo aprovechamiento de las cualidades de cada uno de sus integrantes.

A partir de esta premisa, cobra valor la Gestión por Competencias, que concibe a la organización como un todo integral. Específicamente, podemos proponer algunas competencias clave en diversos órdenes: por parte del individuo, son centrales las competencias personales y académicas. Las competencias personales son aquellas vinculadas a la eficacia personal y que guardan relación con los valores, las normas y las habilidades para resolver problemas y estar dispuesto a apoyar y trabajar con otros. Las competencias académicas, cognoscitivas y técnicas implican un dominio adecuado de conceptos, hechos, principios y contenidos de su especialidad.

Desde el punto de vista de la escuela, las competencias profesionales de gestión y dirección y las institucionales son relevantes. Las profesionales se relacionan con la aplicación de procedimientos referidos al logro de una tarea, estrategia, proceso o meta y las institucionales -de logro y acción, influencia y resultados- se refieren a la colaboración con otras personas cuando es necesario, a organizar, decidir y aceptar responsabilidades.

En definitiva, en todo establecimiento, pero especialmente en aquellos que juegan con aparentes factores en contra, un directivo debe demostrar competencias para dirigir una organización tan especial y compleja como lo es la escuela, y encauzarla en un proceso de dirección activo y altamente dinámico. En este contexto, el director debe estar consciente de que es él quien propone el futuro de la escuela, organiza a los docentes según sus competencias y habilidades, define los sistemas de dirección y combina el uso de los recursos humanos, financieros, materiales y tecnológicos en función de los objetivos institucionales.

CON EL FOCO EN LOS PROCESOS

La premisa de que la educación se juega en la sala de clases está adquiriendo cada día más fuerza. Para el profesor David Preiss esta es una realidad que debe estudiarse en forma exhaustiva. "Ver qué pasa en el aula no es sólo una herramienta para los profesores, sino que también es útil para los directivos y para quienes van a ejercer la pedagogía a futuro".

Cuando un profesor imparte una materia a sus alumnos, hay variadas buenas prácticas que pueden ser útiles a otros actores. Por ejemplo, cómo un profesor integra a los alumnos que tienen problemas de aprendizaje; cómo fomenta a aquellos que tienen talentos especiales; cómo entrega los contenidos en forma didáctica para que los alumnos participen, comprendan y aprendan. "Muchos educadores solucionan estos problemas en forma creativa, ingeniosa. Ver y aprender qué sucede en la sala de clases es importante y poder aprender de la experiencia exitosa de otros, es trascendental", explica Preiss.

Por ello, junto a más de 10 profesionales del ámbito de la Educación y de la Psicología, está trabajando en el Proyecto Fondef Generación de una Videoteca de Buenas Prácticas Docentes para la Formación Inicial y Continua de Profesores y Profesoras de Chile: "En el contexto de los procesos de Evaluación y Acreditación Docente del Estado de Chile, los profesores son filmados cuando imparten sus clases. Estamos viendo todos los videos de aquellos profesores bien evaluados e identificando las mejores prácticas que se desarrollan en el aula para poder crear un registro virtual que sirva de ejemplo a otros pedagogos. Ello previa autorización de los profesores participantes", puntualiza Preiss.

Investigue más sobre las opciones de formación de directivos escolares en la plataforma online del curso Dirección Estratégica en Educación de la UC o visitando los sitios http://educacion.uc.cl/ y en http://www.educacioncontinua.uc.cl/