La policía israelí desalojó a dos familias palestinas en el este de Jerusalén, y posteriormente permitió que colonos judíos se mudaran a sus viviendas, atrayendo críticas de los palestinos, las Naciones Unidas y el Departamento de Estado norteamericano.
La policía llegó antes del amanecer y acordonó parte del vecindario árabe Jeque Jarra antes de retirar por la fuerza a más de 50 personas, dijo Chris Gunness, portavoz de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos.
Posteriormente, personal del organismo internacional vio vehículos que traían a colonos judíos a ocupar los hogares desalojados, agregó.
Para respaldar sus acciones, la policía israelí mencionó un fallo de la Corte Suprema del país, la cual determinó que las casas pertenecían a judíos y que las familias árabes habían estado viviendo ilegalmente allí. Gunness dijo que las familias llevaban más de 50 años habitando las viviendas.
La determinación del destino del este de Jerusalén es uno de los asuntos más controversiales en el conflicto palestino-israelí. Israel tomó el control de esta parte de la ciudad en la Guerra de los Seis Días en 1967 y se la anexó, una maniobra a la que ningún país dio reconocimiento.
Desde entonces, las autoridades israelíes incrementaron la presencia judía allí, construyendo vecindarios donde viven unos 180.000 judíos. Los palestinos quieren el este de Jerusalén como capital del estado que añoran tener.
Aproximadamente 270.000 palestinos viven en el este de Jerusalén, el 35% de las 760.000 personas que constituyen la población total de la ciudad.
REACCIONES
La comunidad internacional presionó a Israel para que se abstenga de desalojar a palestinos y de construir nuevos hogares para judíos en el este de Jerusalén, pues considera que esas maniobras obstaculizan los esfuerzos por alcanzar la paz.
Megan Mattson
, portavoz del Departamento de Estado, dijo que ese tipo de acciones en el este de Jerusalén constituyen violaciones a las obligaciones de Israel bajo el plan de paz respaldado por Estados Unidos.
"Las acciones unilaterales emprendidas por cualquiera de las dos partes no pueden prejuzgar el desenlace de las negociaciones, y la comunidad internacional no las reconocerá", afirmó en un comunicado.