Unas 70 funcionarias del municipio de Santiago fueron desalojadas pacíficamente tras tomarse la Catedral metropolitana, en Plaza de Armas, para pedir que la Iglesia Católica interceda ante el Gobierno con la finalidad de que se otorgue el reajuste salarial que los funcionarios públicos solicitan.
"Hasta el momento no se ha podido avanzar con el gobierno, pero esperamos que la Iglesia pueda servir de mediador y lograr que el Ejecutivo entregue lo solicitado por los trabajadores", dijo María Eugenia Puelma, presidenta de la asociación de funcionarios del municipio.
Esto, en el marco de la huelga que continúan los 13 gremios de los empleados públicos mientras se espera que el Senado se pronuncie sobre el 4,2 por ciento del reajuste ofrecido por el gobierno, luego que la Cámara de Diputados lo desaprobara ayer en un contexto de paros laborales y multitudinarias manifestaciones de los empleados públicos.