Ahora que Irlanda está a punto de salir del rescate, Smyth, que tiene 61 años, asesora a inversores que buscan comprar activos en problemas a entidades crediticias como el ex Anglo Irish Bank Corp. Smyth se contó alguna vez entre los principales clientes del banco.

"Les voy a decir algo que es para mí una guía y que me dijo un sacerdote amigo mío", declaró Smyth en una entrevista en Dublín."La fe es la capacidad de vivir la vida sobre la base de sus mejores momentos".

En medio del mayor derrumbe inmobiliario de Europa occidental, Smyth perdió su dinero, cuatro casas y una colección de arte de 400 piezas. Conforme desarrolladores como él se desplomaban, el estado pidió un rescate en 2010. Ahora, en un contexto de indicios de recuperación, el país se convierte en un imán para compradores internacionales que encabeza Blackstone Group LP, que ofrece la oportunidad de que Smyth vuelva a su ámbito.

"Uno puede autocastigarse, no hacer nada y convertirse en un personaje del estilo de Hamlet", dijo Smyth, "o puede decirse: 'Bien, ahora tengo que volver a avanzar'".

Selfridges Group Ltd., propietario de la mayor gran tienda de la londinense Oxford Street, respaldó a Fitzwilliam Finance Partners Ltd., de Smyth, en la compra de 160 millones d euros (US$220 millones) de préstamos a Royal Bank of Scotland Group Plc, informó la semana pasada el Irish Times.

Se trataba de préstamos a la firma minorista irlandesa Arnotts, dijo el diario. Smyth se negó a hacer declaraciones sobre el negocio y tampoco las hizo Annette Cremin, una portavoz de Selfridges.

Colección de arte


Luego de establecer su propia firma legal antes de cumplir 30 años, Smyth invirtió en propiedades en distintos lugares de Irlanda y Gran Bretaña, además de acumular una colección de arte que comprendía obras de Jack B. Yeats, hermano del poeta y Nobel William Butler Yeats.

Para 2007, el momento de auge del Tigre Celta, él y su esposa tenían un patrimonio de alrededor de 155 millones de euros, según la Lista de Ricos del Sunday Times.

Mientras tanto, Irlanda se había convertido en uno de los países más ricos de Europa conforme aumentaban los precios de los bienes raíces. Los precios de las viviendas se cuadruplicaron en los 10 años hasta 2006 y la construcción constituía aproximadamente la cuarta parte de la economía.

"No tomaba en serio a quienes decían que eso no podía continuar", dijo Smyth. "No quería escucharlo". Se rió de la advertencia de su padre de que "sólo las palomas" vivirían en todo lo que se había construido en Irlanda.

Su apuesta se derrumbó cuando los valores de sus propiedades se desplomaron, como pasó en Irlanda, donde los precios de los bienes raíces cayeron y llevaron al sistema financiero al borde del colapso.

El patrimonio neto actual de Smyth es cero.