Detectives de la Brigada Antinarcóticos de la PDI de la Quinta Región decomisaron más de 16 kilos de cocaína de "alta pureza", al desbaratar una banda de narcotraficantes que tenía su centro de operaciones en esta zona costera, de donde enviaba el alcaloide a Santiago y diversos balnearios del litoral central.
Al respecto, el jefe la unidad especializada, subcomisario Sebastían Carrasco, dijo que "las indagaciones se realizaban desde hacía cuatro meses. El estupefaciente ingresaba al país en equipajes y era trasladado en buses interprovinciales".
Afirmó que "en el balneario El Tabo residía el cabecilla de esta red delictual, quien fue detenido junto a una anciana y dos ciudadanas peruanas".
Según se informó, el hombre individualizado como Raimundo Echeverría Sierra (55) tenía dos casas de seguridad en la Región Metropolitana, una en Pedro Aguirre Cerda y otra en la comuna de Ñuñoa. En ellas acopiaba la droga, previamente a su distribución a redes más pequeñas.
Carrasco precisó que el sujeto se contactaba con los narcos peruanos y de ese país una 'burrera' traía la cocaína, oculta en un equipaje. Eludía los controles y la entregaba al receptor.
En esta oportunidad este "correo humano" venía en un bus con la droga. El móvil fue interceptado por la policía en el peaje de Lampa donde se estableció que la portadora del alcaloide era Sofía Ticona Navarro (41 años).
También cayó presa la ciudadana peruana dueña del cargamento, quien antecedía a su compatriota en otro bus. Ella cayó en el Terminal San Borja y fue identificada como Marisol Vanegas Anquise (40). Su misión era la cobranza del producto ilícito.
Los operativos se efectuaron en la mañana de ayer, en que los detectives arrestaron a la anciana de 75 años María Santis Valdés, quien colaboraba en la distribución.
Con el objetivo de reunir más antecedentes, el Ministerio Público solicitó la "ampliación de la detención" de las cuatro personas y el próximo viernes serán formalizados por infracción a la Ley de Control de Drogas.