La situación en la frontera de Libia con Túnez ha alcanzado un punto crítico, mientras decenas de miles de personas tratan de huir de la violencia.

El enviado especial de la BBC Jim Muir informa que miles de personas están esperando para cruzar y que algunos están siendo aplastados por la multitud.

El secretario general de Naciones Unidas, Ban ki-Moon, dijo que decenas de miles de vidas están amenazadas debido a que intentan escapar del país, pero no tienen a donde ir.

El alto diplomático hizo un llamado urgente al mundo para que sean movilizados recursos para estas miles de personas afectadas y pidió en especial alimentos, agua y refugio de manera urgente.

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Antonio Guterres, dijo a la BBC que la situación empeora hora tras hora y que rápidamente se está convirtiendo en un desastre humanitario.

Pidió a las naciones donantes aviones para llevar a los que huyen a sus países de origen.

Naciones Unidas suspendió a Libia del Consejo de Derechos Humanos, en una resolución que, según la corresponsal de la BBC Barbara Plett, sella el aislamiento diplomático de ese país.

CIFRAS DE LOS QUE HUYEN
La portavoz de ACNUR, Melissa Fleming, dijo que de 70.000 a 75.000 personas han escapado a Túnez desde que comenzaron los disturbios en Libia el 20 de febrero.

La organización señala que unas 2.000 personas están cruzando cada hora y que, una vez que llegan a Túnez, no tienen a dónde ir.

Un número similar ha atravesado la frontera libia con Egipto, desde donde la mayoría ha podido continuar su viaje.

La mayor parte de los que huyen son de los países vecinos de Libia, pero también hay un número importante de ciudadanos de China y Bangladesh que trabajaban en el país norafricano.

"NO QUIEREN NEGROS"
A la ACNUR también le preocupa el destino de miles de refugiados de Irak, Somalia y Sudán que viven en Libia.

Muchos de ellos han dicho que se sienten atrapados, amenazados y cazados.

Un refugiado africano negro le dijo a la BBC que huyó de la ciudad oriental de Bengasi, controlada por los rebeldes, porque partidarios de la oposición creían que él era un mercenario contratado por las fuerzas fieles al mandatario libio, Muamar Gadafi.

"No quieren negros en Bengasi", dijo.

La directora ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos, Josette Sheeran, le dijo a la BBC que se están transportando alimentos por tierra y aire, además de comprarlos localmente, pero que los suministros podrían no alcanzar.

"Será una situación muy tensa durante cierto tiempo. Es por eso que hemos lanzado un llamado de emergencia de fondos para respaldar el sistema aquí"
, explicó.

Las agencias de ayuda están estableciendo campamentos en la parte tunecina y están fletando aviones y barcos para repatriar a los necesitados.