Desbaratan red internacional de estafadores que operó en casinos con cámaras espía

Cuatro ciudadanos turcos Eran parte de una avezada banda dedicada a cometer fraudes en salas de juegos utilizando modernos equipos de grabación.<br>




A mediados de febrero, cuatro ciudadanos turcos visitaron los casinos Monticello y Enjoy de Viña del Mar. Entraban, se sentaban en las meses de póquer, hacían apuestas pequeñas y luego se iban.

Los extranjeros intentaban mezclarse entre aficionados a los casinos de juego, pero se determinó que en realidad pertenecían a una sofisticada banda de estafadores que, a través de modernos mecanismos de espionaje, grababan las cartas de los croupier y del resto de los jugadores de la mesa.

Meknet Mersin (46), Serhat Misoglu (32), Tuncay Misoglu (39) y Celal Caliskan (40) ingresaron a Chile provenientes de Uruguay. Se alojaron en un apart hotel ubicado en el Parque Bustamente, en Providencia, y comenzaron a realizar viajes hacia el casino Monticello, en la VI Región.

Pero la policía uruguaya se comunicó con Policía Internacional de la PDI para alertarles que los ciudadanos turcos habían sido expulsados luego de haber tenido problemas en el casino Iguazú, en Uruguay. Tras indagar a los hombres, habían establecido que se trataba de un grupo criminal conocido en Europa, que se dedicaba a defraudar casinos de juego.

Los hombres estaban en Latinoamérica, porque tenían prohibido ingresar a los casinos europeos. Antes de Uruguay, habían pasado por Argentina, Brasil y Paraguay.

Con esta información, los detectives, a cargo de los subprefectos Richard Bórquez y Gustavo Basaure, se comunicaron con todos los casinos del país y les advirtieron de la presencia de los estafadores. Los mismos casinos informaron que, además de haber visitado el Monticello, fueron vistos en la casa de juegos de Viña del Mar.

A las 11.00 del sábado 12 de febrero, una camioneta blanca, arrendada por los extranjeros, se estacionó frente al casino de la V Región. Desde ese momento comenzó la operación para seguir los movimientos de los estafadores. Cerca de las 19.00, Meknet Mersin, cabecilla de la banda, ingresó a la sala. Caminó entre las mesas de póquer y a los pocos minutos llegó Celal Caliskan, el miembro que se dedica a hacer las apuestas.

Las cámaras de seguridad del casino registraron en detalle cómo operaba la banda: Caliskan se sentó en las mesas y comenzó a jugar. Escondió bajo su manga una microcámara que registraba las cartas de los croupier. La imagen era enviada hasta el furgón estacionado afuera del casino, donde los hermanos Misoglu -expertos en tecnología- tenían un computador portátil que captaba la señal de la cámara.

AUDIFONO-CANA
Paralelamente, Mersin se paseaba detrás del resto de los jugadores de la mesa y por medio de un mecanismo de bluetooth, les revelaba a los hermanos Misoglu las cartas del resto de los apostadores.

Toda la información era reenviada a Caliskan, quien tenía un micro- audífono que, a simple vista, parecía ser una simple cana.

Los extranjeron jugaron cerca de cuatro horas, siempre con pequeñas apuestas que no superaban los $ 20 mil. No realizaron ninguna estafa, porque estaban en la etapa de probar los mejores lugares para enviar las señales de video.

Cuando se retiraron del casino fueron interceptados por los detectives, quienes los detuvieron. En el cuartel de Policía Internacional confesaron que se dedicaban a las estafas en los casinos y que durante las noches "buenas" ganaban US$ 70 mil. El gobierno los declaró personas non grata y debieron abandonar el país.

Enjoy y Monticello declinaron ayer referirse al caso.

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