El ajedrez, aunque sea una disciplina noble, también puede tener tramposos que ocupan cualquier artimaña para ganar. Le pasó al georgiano Gaioz Nigalidze, pero sus consecuencias podrían ser muy severas.
Nigalidze (en la foto), de 25 años, jugaba la final del Abierto de Dubai ante el armenio Tigan Petrosian y, según informa el Washington Post, el georgiano recurría varias veces al baño cada vez que su rival movía. Al armenio y a la organización le pareció extraño y revisaron los baños, sobre todo el mismo habitáculo que usaba Nigalidze. "Eso era extraño porque las otras dos salas no estaban ocupadas", dijo el armenio.
Ahí, la organización del torneo encontró envuelto un iPod Touch. "Al ser confrontado, Nigalidze negó ser dueño del aparato. Pero los oficiales lo abrieron y encontraron que estaba conectado a una red social con una cuenta de Nigalidze. Ellos también hallaron que s juego estaba siendo analizado en una aplicación de ajedrez", comentó la organización en el sitio web del evento.
Por este motivo, Nigalidze fue descalificado del certamen y ahora se investigan los dos títulos nacionales que ganó. De ser hallado culpable, Nigalidze podría ser castigado hasta por 15 años, según las nuevas normas de la Federación Internacional de Ajedrez, que endureció recientemente las penas ante la aparición de aparatos electrónicos para hacer trampas.