Los enfermos de migraña crónica tienen la esperanza de reducir el dolor de cabeza hasta en un 37%. Esa fue la conclusión de una investigación llevada a cabo en la Universidad de Michigan, que encontró que sólo una muy pequeña corriente era suficiente para aliviar el malestar.

La técnica, conocida como estimulación cerebral profunda, o estimulación transcraneal de corriente directa (TDCS), cambia la velocidad con la que las neuronas reciben estímulos y conducen impulsos nerviosos.

El cerebro libera analgésicos -los opioides endógenos- que inducen euforia y son muy similares a los opiáceos como la morfina.

A las pruebas fueron sometidos 13 pacientes con migraña crónica, lo que implica al menos 15 ataques mensuales, les colocaron electrodos en la corteza motora que es responsable de las funciones motoras voluntarias que envían impulsos eléctricos.

Después de diez sesiones de tratamiento a lo largo de cuatro semanas, la media del umbral del dolor aumentó un 37%. Los efectos fueron acumulativos y se manifestaron cuatro semanas después de la terapia electroconvulsiva, sostuvo Alexandre Da Silva, profesor asistente en la Escuela de Odontología de la UM y autor principal del estudio, que aparece en la revista Headache.

"Esto sugiere que las sesiones repetitivas son necesarias para revertir los cambios arraigados en el cerebro", dijo Da Silva y agregó, que los participantes del estudio tenían un historial promedio de casi 30 años de ataques de migraña.

Otros estudios han demostrado que la estimulación de esta parte del cerebro reduce el dolor crónico. Sin embargo, este estudio proporciona la primera evidencia conocida mecanicista.

"Aunque los resultados son alentadores, cualquier aplicación clínica es un largo camino por recorrer", agregó Da Silva.