Caragua es una localidad del altiplano chileno cerca de Belén, a 150 km al este de Arica. Se caracteriza por estar ubicada a casi 3 mil metros sobre el nivel del mar y porque promete convertirse en la nueva joya de la paleontología chilena.

Desde hace una década, diversos fósiles están develando la sorprendente prehistoria de esta zona, la cuál no para de dar sorpresas. La última de ellas es el hallazgo de un armadillo con cuernos que habitó en Caragua hace 11 millones de años y que es el primero de su tipo encontrado en Chile.

No se trata de cualquier espécimen. El animal exhibe formas únicas en las placas de su caparazón (osteodermos) lo que lo convierte en representante de una nueva especie de armadillo.

Sus fósiles fueron descubiertos por científicos chilenos, liderados por Karen Moreno (UACh) y Germán Montoya (UCT), quienes la bautizaron Epipeltephilus caraguensis, por su lugar de origen.

El equipo también halló un mesotérido, mamífero extinto parecido al capibara (roedor más grande del mundo), que se suma a otros tres especímenes descubiertos anteriormente en esta misma zona y cuya extinción es una incógnita.

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Fauna de Caragua

Karen Moreno, directora del Magíster de Paleontología de la U. Austral y coautora del estudio, dice que este armadillo prehistórico se caracterizaba por tener un cuerpo cubierto por placas óseas que daban forma a su coraza y dos cuernos pequeños sobre su nariz. Lo más probable es que fuese omnívoro. Es decir, comía plantas y pequeños animales, al igual que otros armadillos actuales, aunque nada tenga que ver con estos. "Es una especie extinta, que no tiene descendencia viva hoy. Es un pariente lejano de los actuales armadillos, que evolucionaron de una rama diferente", explica.

Hoy Caragua es una zona desértica, donde llueve solo una o dos veces al año, aunque en forma abundante (por el invierno altiplánico), lo que permite generar riadas efímeras y pasto por un tiempo en las quebradas.

"Hace 11 millones de años el ambiente era muy distinto: habían ríos y una laguna en la zona, ya que los fósiles fueron encontrados en un ambiente con evidencia de sistemas fluviales", dice la paleontóloga.

En ese hábitat también vivieron los mesotéridos, mamíferos prehistóricos endémicos de Sudamérica y que pese a ser uno de los animales más abundantes de la zona, se extinguieron sin dejar descendencia alguna. Eso ocurrió hace 3 millones de años, cuando América del Sur dejó de ser una isla (surge Istmo de Panama) y se produce un importante intercambio de fauna con Norteámerica. ¿Eso los extinguió de forma tan dramática o influyeron otros factores? Es una pregunta aun sin respuesta y que estos hallazgos podrían ayudar a resolver. De hecho, en la última campaña en la zona, en 2015, Moreno cuenta que encontraron varios fósiles de mesotéridos, tanto juveniles como adultos, y que aún están en análisis.

Sin embargo, la fauna de Caragua puede dar respuestas aun más importantes para la ciencia. Y es que estos animales vivieron cuando en esta zona estaban ocurriendo dramáticos cambios geológicos y climáticos. "Se discute si hace 11 millones de años ya se estaba formando el altiplano y si este ya se había levantado como una muralla de 4 mil metros. Otras tesis dicen que en los últimos 5 millones de años éste recién se levantó y que en sólo 1 millón de años lo hizo en más de 1.500 metros", dice Moreno.

Marcelo García, el geólogo que estudió el contexto de los depósitos fosilíferos, postula que "este levantamiento habría durado unos 40 millones de años", explica.

La formación del altiplano influyó, entre otras cosas, en la desertificación del norte, ya que impidió que llegara humedad desde la Amazonia al otro lado de la cordillera. "Estos fósiles nos ayudan a relatar cómo evolucionó el altiplano en la zona y cómo se dieron estos cambios geológicos y climáticos", dice Moreno.