Edward Teach era alto, tenía el pelo particularmente deslavado, y una larga barba que quemaba en las puntas para darle un aspecto diabólico. Su caracterización le valdría la chapa de Barbanegra y sería el modelo de inspiración del cine para maquillar a sus piratas, incluido el infame Jack Sparrow.

Teach asoló las costas del caribe en su barco, La Venganza de la Reina Ana (Queen Anne's Revenge) hasta que en 1718 una flota británica lo hundió cerca de la bahía de Beaufort, Estados Unidos.

En noviembre de 1996, expertos de la Universidad de Carolina del Norte (EE.UU.) encontraron el pecio, y desde la fecha, han recuperado varias piezas, que incluyen cañones, armas y herramientas que están revelando cómo era la vida de estos marineros.

Analizando un grupo de estas herramientas, la experta Linda Carnes-McNaughton, arqueóloga militar del ejército de EE.UU., concluyó que varios de estos utensilios eran herramientas médicas.

Así pudo determinar algunas de las prácticas sanitarias que se realizaban a bordo, hecha por alguno de los tres doctores cautivos que fueron parte de la tripulación original del barco, cuando tenía bandera francesa, se llamaba Concordia y estaba destinado al traslado de esclavos.

"Los suministros que hasta ahora hemos recuperado incluyen una jeringa uretral (utilizada para inyectar mercurio para el tratamiento de la sífilis), dos lavativas (herramienta que se introducía en el recto) para enemas de colon, jarras de cerámica para ungüentos y pomadas, juegos de pesas para medir compuestos, un mortero y una maja para moler y mezclar los compuestos, y una aguja y tijeras de hierro plata", detalla a La Tercera Carnes-McNaughton.

Según la experta, además de las enfermedades características de la época, la tripulación requería tratamiento para las heridas de bala, puñaladas o espadas, junto con astillas de madera que se enterraban tras una explosión.

ENFERMEDADES COMUNES

Carnes-McNaughton dice que las enfermerdades más comunes en esa época estaban relacionadas con alimentos pobres o deshidratados, la falta de agua potable y de alimentos comunes para proveer las vitaminas esenciales. "Todo eso creó una salud generalmente pobre para la mayoría de la gente en este momento, como el escorbuto, la disentería y la sífilis. Esta última estaba en todas partes y podía matarte".