Decenas de objetos que datan del siglo I, presentados este domingo por la Autoridad de Antigüedades de Israel, permiten a los historiadores comprender mejor la vida en la época de Jesucristo.
Entre las decenas de objetos descubiertos recientemente en la región de Jerusalén y en Galilea, donde vivió Jesús según la tradición, figuran vasos, utensilios de cocina, joyas, restos de lagares para el vino, osarios con inscripciones en hebreo y clavos de las crucifixiones.
"Ahora, podemos describir de forma muy precisa la vida cotidiana de esta época, desde el nacimiento, a través de las costumbres alimentarias y los viajes, hasta la muerte, con los ritos funerarios", explicó Gideon Avni, director de la división arqueológica de la Autoridad de Antigüedades.
[caption id="attachment_787915" align="aligncenter" width="820"]
Replica de un hueso de talón perforado por un clavo de hierro encontrado en Jerusalén. Reuters[/caption]
[caption id="attachment_787916" align="aligncenter" width="820"]
Un osario con una inscripción en letras griegas formando la palabra "Maria".
Reuters[/caption]
"Estos últimos 20 años, avanzamos en la comprensión del modo de vida de Jesús y de sus contemporáneos", indicó. "Cada semana, se descubren nuevos elementos que permiten conocer mejor este periodo".
"Encontramos en algunos osarios nombres de personalidades conocidas gracias a los textos de esta época", dijo el profesor Avni.
La Autoridad conserva más de un millón de objetos descubiertos en excavaciones y cada año recibe más de 40.000 nuevos provenientes de unos 300 lugares, según Avni.
"Lo esencial para nosotros es poder comprender muy específicamente el modo de vida de la época de Jesús, del nacimiento hasta la muerte", explicó el arqueólogo.
La Autoridad de Antigüedades también presentó este domingo monedas de la época bizantina descubiertas hace poco durante unas excavaciones en los vestigios de un edificio utilizado por los peregrinos cristianos, cerca de Jerusalén.
[caption id="attachment_787918" align="aligncenter" width="820"]
EFE[/caption]
Estas monedas que datan de los siglos IV y VII fueron encontradas en una pared como si su propietario hubiera intentado esconderlas, según la arqueóloga Annette Landes-Nagar.
"Este hallazgo constituye una prueba de la invasión persa a finales del periodo bizantino, que llevó al abandono de este lugar cristiano", precisa.