Una alimentación que incluya productos con alta concentración de soja puede dañar la salud de personas y animales, de acuerdo con investigaciones recientes hechas en Alemania.
Lo que puede producir daño son ciertas isoflavonas, nombre de sustancias hormonalmente activas que se encuentran en la soja, informó hoy el Instituto de Investigaciones sobre Biología de Animales Agrícolas (FBN) de Dummerstorf.
Pruebas hechas en el FBN con células musculares porcinas mostraron que las isoflavonas genisteina y daidzeina en altas dosis pueden dañar las células, explicó la directora del proyecto del FBN, Charlotte Rehfeldt.
Los resultados del estudio son aplicables también a los seres humanos, dado el modo comparable en que se intercambian las substancias en las células.
Mientras la concentración de esas substancias se mantenga baja, sin embargo, estimulan postivamente el desarrollo celular.
Por su alto contenido en proteínas, la soja está desde hace miles de años entre los medios de alimentación básicos del hombre, y se la usa también como fuente de proteínas para la cría de animales.
Se sabe que las isoflavonas tiene efectos benéficos para la salud, aunque en relación con las terapias de sustitución hormonal que contrarrestan los efectos del climaterio, el Instituto Alemán para la Determinación de Riesgos ya no garantiza su inocuidad.
Según las palabras de Rehfeldt, existe la posibilidad de reducir las propiedades dañinas de la soja si se quitan las isoflavonas peligrosas de los productos alimenticios hechos con ella.
De acuerdo con la sociedad alemana de nutrición, de todos modos, en el caso particular de los lactantes sólo debería recurrirse a los productos a base de soja cuando haya expresa indicación médica, explicó la científica.