En 1997 sorprendió al mundo al encontrar uno de los hallazgos más importantes del antiguo Egipto: la tumba simbólica del dios Osiris, ubicada en la meseta de Giza.  No sólo eso. Gracias a un radar de detección remota,  (GPR) localizó una seris de pasadisos secretos bajo la pirámide de Giza: una compleja red en múltiples niveles de tumbas y estructuras rodeadas de canales de agua.

"Al localizar la tumba de Osiris, encontramos indicios de un gran conocimiento no sólo matemático, sino también hidráulico", relata el arqueólogo James J. Hurtak a La Tercera, quien llegó a Chile esta semana para dictar una serie de conferencias en Santiago y Concepción, en las cuales abordará la relevancia de sitios arqueológicos en Chile, junto a otros temas.

ARQUEOLOGÍA EN CHILE
El mismo año que Hurtak hacía su descubrimiento en Egipto, la comunidad científica reconocía que el asentamiento humano encontrado en 1976, en Monteverde, Chile,  era el más antiguo de América. Por eso Hurtak programó -para el 22 y 23 de octubre y junto a académicos de la Universidad Austral- una visita al sitio arqueológico de 14 mil años de antigüedad, ubicado a 28 kilómetros de Puerto Montt.

"Mi interés en Monteverde es conocer uno de los sitios donde data la humanidad, que entrega evidencias de una sociedad racional capaz de hacer herramientas, juguetes para niños, y que tuvo un entendimiento mayor sobre la complejidad matemática", destaca el investigador y agrega que "las evidencias encontradas en territorio chileno, indican que las sendas migratorias no sólo provienen de África, sino también de Asia, del Pacífico".

Hurtak, actualmente efectúa investigaciones en las pirámides de Yucatán y Palenque, en México, y sobre las ruinas submarinas de Ryukyuan, en Japón, que tendrían una antigüedad de 10 mil años.