Desde Caracas a Illapel
Son 13 los médicos venezolanos que atienden en el hospital local, quienes han marcado su sello de atención.
Calidez y una atención más integral. Esas son algunas cualidades que los habitantes de Illapel, en la IV Región, destacan de los nuevos especialistas que se han instalado en la zona: 13 médicos venezolanos, que están revolucionando el modelo de consulta.
Los profesionales, que comenzaron a llegar el año pasado a la capital de la provincia de Choapa, son amplia mayoría dentro del total de 20 médicos que trabajan en el recinto, y han impactado rápidamente los registros, duplicando las consultas médicas. Así, mientras entre enero y septiembre de 2015 se habían realizado 4.210 atenciones, este año, considerando el mismo período, ya son 9.679, que incluyen las especialidades de ginecología, medicina interna, pediatría, siquiatría y traumatología, además de refuerzos en cirugías y anestesiología. "Ya he venido varias veces y siempre el médico es cercano. Me siento bien cuando converso con él, más allá de mi dolencia", sostiene Juan Orrego, tras ser atendido por molestias en una mano.
Lo mismo opina Carolina Tapia: "Son muy buenos. La atención me encanta, porque son súper humanos. Me he atendido con médicos chilenos y no es lo mismo, porque a veces ni me examinaban".
El traumatólogo Francisco Javier García (51), quien lleva 20 años ejerciendo la especialidad, relata que motivos económicos y problemas sociales en su país natal lo impulsaron a trasladarse a Chile. "En Venezuela yo ganaba, incluso antes de Chávez, unos 350 dólares ($ 237.555). Me alcanzaba, pero hoy estaría quizás en 90 dólares ($ 61.085). Un desastre", sostiene el especialista, quien se instaló en el país acompañado de su esposa y sus dos hijos. "Me vine hasta con mi perro. La situación en Venezuela es desastrosa. No se puede más. Colas para todo, escasez en todo ámbito, hambruna, inseguridad", cuenta el especialista.
"Ahora se viene una oleada de médicos a Chile, porque ni siquiera se puede comprar algo allá", añade el traumatólogo, cuyos ingresos actualmente se han incrementado a casi $ 3 millones.
El grupo de médicos dice estar contento y sentirse acogido. Algunos ya han encontrado pareja y los profesionales que viajaron con sus familias cuentan que sus hijos se han adaptado rápidamente. Todos planean quedarse y, los más jóvenes, hacer carrera. Ese es el caso de Eucaris Maurera, de 32 años. "Yo estudié en Caracas. Hice mi posgrado en medicina interna en la U. Central de Venezuela y el de medicina crítica en el Centro Médico de Caracas", cuenta, detallando que en su país el nivel académico de medicina es alto y sólo se puede estudiar en los centros estatales. "Estudié cinco años la carrera, luego tres años de medicina interna y después dos años más de terapia intensiva. Somos privilegiados, tenemos muy buena formación académica", afirma Maurera.
El director del Servicio de Salud de Coquimbo, Ernesto Jorquera, indicó que "la experiencia con ellos ha sido más que positiva. Son muy calificados, tienen mucha experiencia y, por tanto, son un tremendo aporte. Y antes de ser contratados, hacen exámenes para venir y pasantías por nuestros hospitales mayores".
Los profesionales cuentan que llegaron a Chile por datos de colegas y luego hicieron sus postulaciones al sistema público. También saben de la brecha de médicos y que Chile necesita una mayor cantidad de especialistas en consultorios y hospitales, principalmente los alejados de las grandes urbes. "Llegan de muchas especialidades y junto al seremi de Salud los elegimos y debemos destinarlos a lugares que son alejados de los polos de desarrollo, y eso es más complejo, pero lo hemos hecho", dijo Jorquera.
La ministra de Salud, Carmen Castillo, indicó que "el gobierno se comprometió a formar cuatro mil médicos especialistas y odontólogos durante este período y estamos en ese proceso. Pero empezaron a llegar especialistas extranjeros, como por ejemplo a Choapa, beneficiándose el Hospital de Illapel con 13 médicos muy comprometidos, y tuve la suerte de conocerlos".
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