El empleo en Estados Unidos creció a un ritmo mejor a lo esperado en noviembre y la tasa de desempleo descendió a mínimos de casi cuatro años, aunque la caída se debió en parte a que más personas dejaron de buscar trabajo, lo que sugiere que el mercado laboral aún está débil.

Las nóminas de empleo no agrícola en Estados Unidos subieron en 146.000 puestos de trabajo en noviembre y el desempleo se ubicó en un 7,7% por debajo del 7,9% del mes pasado.

Economistas esperaban que la economía estadounidense abriera 93.000 nuevos puestos de trabajo en noviembre y que la tasa de desempleo se mantendría estable en 7,9%.

"Nuestro análisis nos lleva a concluir que el huracán Sandy no afectó sustancialmente el empleo nacional y las estimaciones de desempleo para noviembre", dijo John Galvin, comisionado de
la Oficina de Estadísticas Laborales.

El empleo sigue estando frenado por el temor del gobierno de no poder prevenir el denominado "abismo fiscal", que significan US$600.000 millones en aumentos de impuestos y recortes automáticos al gasto público a partir de principios del próximo año.

La crisis de deuda en Europa también ha pesado en el mercado laboral estadounidense.

"Cuando los políticos de Washington resuelvan los desafíos de la política fiscal a corto plazo y otros retos que han socavado la confianza de las empresas, se espera que el ritmo de recuperación y crecimiento del empleo comience a acelerarse el próximo año", dijo Lewis Alexander, economista jefe de Nomura Securities en Nueva York.

Se espera que las autoridades de la Reserva Federal, que se reunirán el martes y el miércoles, no presten gran atención al informe.

Economistas han dicho que un endurecimiento de la política fiscal prevista para el próximo año, incluso si se alcanza un acuerdo para evitar por completo el "abismo fiscal", es motivo suficiente para que el banco central de Estados Unidos mantenga su ultra-flexible postura sobre política monetaria.

"La Fed querrá hacer todo lo posible para mantener una política monetaria flexible. Ellos no quieren hacer nada en este momento que signifique un ajuste monetario", dijo Jerry Webman, economista jefe de Oppenheimer Funds en Nueva York.

La debilidad del mercado laboral llevó en septiembre a la Fed a lanzar un programa de compra mensual de US$40.000 millones de dólares en valores respaldados por hipotecas para reducir los costos de deuda.