El desempleo en la zona euro se mantuvo en  julio en un 11,3% de la población activa, un máximo histórico, y afecta ya a 18  millones de personas, una cifra que podría aumentar en los próximos meses según  los analistas.

La cifra es estable con relación a junio, cuando el desempleo fue de 11,3%  en el bloque después de que Eurostat, la oficina de estadísticas de la zona  euro, lo revisara al alza tras una primera estimación de 11,2%.

Aunque el porcentaje es el mismo, en julio 88.000 personas más ingresaron  en las listas de desempleados y alcanzan ya 18 millones de personas, 2,05  millones más que en julio de 2011.

Se trata del 15º mes consecutivo en que el desempleo alcanza o supera el  10% de la población activa en la zona euro, integrada por 17 países.

"Hace tan sólo un año, el desempleo se estabilizó en 10,1%", recuerda Peter  Vanden Houte, de ING, que destaca el aumento del desempleo de los jóvenes, que  en un año paso del 20,7% al 22,6%.

"El mercado de trabajo de las economías periféricas sigue siendo el más  débil. España, que tiene la tasa de desempleo más alta de la región, volvió a  aumentar su tasa, que supera el 25% por primera vez", explica Ben May, de  Capital Economics.

España tiene un desempleo del 25,1%, por delante de Grecia (23,1% según las  últimas cifras disponibles del mes de mayo).

Entre los países de la zona euro, Austria es el país que tiene una tasa más  pequeña (4,5%), seguido por Holanda (5,3%), Alemania y Luxemburgo (5,5% cada  uno).

"La diferencia entre el centro y la periferia es impresionante", explica  Vanden Houte, que considera el nivel de desempleo "insostenible para la  estabilidad de la zona euro".

En el conjunto de la Unión Europea, formada por 27 países, la tasa de  desempleo siguió estable con relación a junio, en un 10,4% de la población  activa, un nivel también récord.

En la zona euro "las estadísticas sobre contratación presagian una nueva  reducción del empleo, y la tasa de desempleo tendría que seguir subiendo",  advierte Ben May.

Esta situación se ha visto agravada por la aceleración de la inflación, que  pasó de 2,4% en julio a 2,6% en agosto. Previsiblemente, el desempleo y la  inflación frenarán el consumo de las familias en los próximos meses y  aumentarán el riesgo de recesión en la zona.