Un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) señala que la tendencia es que este año y también durante el 2011 continúe creciendo el desempleo entre los 620 millones de jóvenes laboralmente activos.

El documento alerta del consiguiente potencial de disturbios, crímenes y violencia. Pero sobre todo de que aparezca "una 'generación perdida' formada por jóvenes que abandonaron el mercado de trabajo y perdieron la esperanza de regresar para poder ganarse la vida de forma decente".

"La incapacidad para encontrar empleo crea una sensación de inutilidad e inactividad entre los jóvenes que puede llevar a un aumento de la criminalidad, los problemas de salud mental, la violencia, los conflictos y el consumo de drogas", señala el informe.

En porcentaje, el desempleo juvenil aumentó del 11,9% en 2007 al 13% en 2009, la mayor de las últimas dos décadas, según afirmó Sara Elder, economista de la OIT y autora del informe "Tendencias mundiales del empleo juvenil 2010.

IMPOSIBLE SALIR DE LA POBREZA
Los jóvenes de países en desarrollo, donde vive el 90% de la población activa de entre 15 y 24 años, son los más golpeados. "Los que se incorporan al mercado de trabajo pasan directamente a engrosar las filas de los desempleados", le dijo Elder a la BBC.

En esos países, donde el autoempleo y el sector informal representa buena parte de la economía, y donde no existe tanta protección social, "los jóvenes desempleados pierden la oportunidad de salir de la pobreza", dijo Elder.

Además, el documento apunta que "los jóvenes se emplean en actividades poco o nada remuneradas y se hacen cada vez más vulnerables".

"En los países en desarrollo, los efectos de la crisis económica amenazan con agravar los déficits de trabajo decente para jóvenes, de lo que resulta un aumento del número de jóvenes condenados a la pobreza y mantiene el ciclo por lo menos una generación", comenta el director general de la OIT, Juan Somavia.

¿Y AMERICA LATINA?
La OIT cita un estudio sobre la situación en Latinoamérica que señala que "la tasa de desempleo entre la población joven pobre es, de media, 19 puntos porcentuales mayor que la de la clase media".

La explicación es que en países emergentes que viven una transformación de economías que pasan de ser principalmente agrícolas a de servicios, la "demanda de trabajadores poco cualificados es menor".

El informe de la OIT destaca además el notable incremento del número de jóvenes que, por culpa de la crisis, han optado por autoemplearse.

Y registra un sensible crecimiento de aquellos que entre los 15 y 19 años terminan trabajando en el sector informal.

Pese a todo, el informe destaca algunas políticas "exitosas", con origen en los años 90, para proteger el empleo juvenil que datan de los años 90 en Argentina, Colombia, República Dominicana, Paraguay, Perú y Uruguay.

LOS EUROPEOS TAMBIEN EN PELIGRO
El número de jóvenes de entre 15 y 24 años que en los países ricos quieren trabajar pero no encuentran empleo pasó de 8,5 millones en 2008 a 11,4 millones en 2009, un aumento del 34,1%. "El mayor nivel de crecimiento del desempleo desde que recogemos los datos, en 1991", afirmó Elder.

En Gran Bretaña, por ejemplo, el 25% de los jóvenes carecen de motivación para buscar empleo e intentar integrarse en el mercado de trabajo, el mayor índice entre los países desarrollados. En España, ese número es del 10%.

Las economías desarrolladas, como las de la Unión Europea, adoptaron programas de protección e incentivo del empleo joven por "el peligro ahora son las presiones para suprimirlos", asegura Elder.

Steven Kapsos, economista de la Unidad de Tendencias de Empleo de la OIT lamentó que "los jóvenes ya no saben dónde ni cómo buscar empleo".

"Los jóvenes son el motor del desarrollo económico, desaprovechar este potencial es un desperdicio económioc que puede menoscabar la estabilidad social", concluyó Kapsos.