En Chile, tres de cada 10 estudiantes de educación superior dejan su carrera al cabo de su primer año en la universidad, centro de formación técnica o instituto profesional, según estimaciones del Servicio de Información de Educación Superior (Sies) del Ministerio de Educación (Mineduc). Un estudio de esa entidad muestra que la deserción es mayor entre quienes tienen más de 30 años, si se compara con quienes recién salen del colegio.

El estudio sobre retención de primer año en programas de pregrado muestra que en 2012, el 75,5% de los estudiantes menores de 19 años se mantiene en las carreras. Mientras que, por ejemplo, sólo el 61,2% de quienes tienen entre 30 y 34 años continúa sus estudios después del primer año. Y el porcentaje es menor entre aquellos que fluctúan entre 25 y 29 años, llegando al 60,4%, cifra que se repite entre los alumnos mayores de 40 años (ver infografía).

El jefe de la División de Educación Superior del Mineduc, Francisco Martínez, señaló que "la deserción es más alta en los estudiantes mayores de 25 años, ya que muchas veces tienen que compatibilizar los estudios con el trabajo y sus responsabilidades familiares, lo que dificulta su paso por la educación superior, sobre todo en las carreras técnicas, donde se concentran los estudiantes con este perfil".

Martínez agregó que el ministerio "está trabajando en diseñar mejor las condiciones de estos estudiantes, que hacen un gran sacrificio para poder perfeccionarse y lograr su titulación".

Paulina Pérez, investigadora de la U. Diego Portales (UDP), planteó que no puede culparse exclusivamente a los estudiantes de mayor edad por los niveles de deserción. "La explicación alternativa es que las instituciones de educación superior no están preparadas para educar a quienes no encajan en el perfil más tradicional de estudiante. Esto es, la educación está pensada para estudiantes recién salidos del colegio, solteros, sin hijos, dependientes de sus padres, etc.", señaló.

Agregó que "hace ya varios años que ese dejó de ser el perfil más común de estudiante que llega a la educación superior". Y resaltó que "mi interpretación de los datos es que las instituciones son las que no han sido capaces de adaptarse ni valorar de manera positiva la diversidad que hoy en día caracteriza a los estudiantes que llegan a la educación superior".

Colegios municipales

El estudio del Sies también muestra que si se considera el colegio de origen de los estudiantes, la deserción es mayor entre quienes provienen de un establecimiento municipal, alcanzando el 32,5%. Según Leandro Sepúlveda, investigador del Centro de Investigación y Desarrollo de la Educación (Cide) de la U. Alberto Hurtado, "llama la atención que, pese al problema de segmentación, hay un alto porcentaje de alumnos provenientes de colegios públicos (67,5%) que se mantiene". Y recordó que "los estudiantes de recintos municipales tienen más dificultades, porque vienen más atrás en formación".

Para el director del Centro de Políticas Comparadas de Educación (CPCE) de la U. Diego Portales, Ernesto Treviño, la deserción está marcada por el nivel socioeconómico y cultural de los estudiantes. "La evidencia en Chile, proveniente de los propedéuticos de universidades que apoyan a estudiantes vulnerables cuando entran a la educación superior, muestra que los jóvenes de nivel socioeconómico bajo tienen más dificultades para adaptarse a la vida universitaria", dijo Treviño.

El investigador agregó que estos estudiantes enfrentan dificultades académicas "en términos de conocimientos y, por otro lado, lo más importante es la falta de familiaridad con el ambiente universitario, las prácticas de estudio y el choque cultural que genera ingresar a la universidad, por la diferencia que esta tiene con la cultura del hogar, del barrio y de la escuela de donde provienen". Y sostuvo que "esto es lo que probablemente sucede a los estudiantes de escuelas municipales que ingresan a la universidad".

En tanto que el director de política educativa de la fundación Educación 2020, Manuel Sepúlveda, indicó que "iniciativas como los propedéuticos, como el de la Usach, son una muestra del apoyo que necesitan muchos estudiantes y responden a los problemas de calidad de la educación que tiene el sistema escolar".

Sepúlveda indicó que hay indicadores que son buenos predictores del comportamiento de los alumnos en la educación superior, como las notas de enseñanza media (NEM). En el informe del Sies se exhibe también una relación entre NEM y retención en carreras.

Sobre esto, Treviño dijo que "el hecho de que hay mayor retención entre los alumnos de mayor NEM ratifica la importancia del ranking de notas como predictor de la persistencia en la educación superior".b