SEÑOR DIRECTOR

Profundos cambios desde la reforma introducida en 1981 posibilitaron la expansión del sistema de educación superior. Su diversificación permitió que las cifras en torno al ingreso efectivo a instituciones de educación superior se cuadruplicaran en los últimos años, llegando a tasas netas de matrícula para jóvenes de 19 y 20 años de 40 y 45% respectivamente, siendo ambas superiores al promedio de la OCDE.

Aun cuando se ha observado cierta democratización en el ingreso a la educación superior, las alentadoras cifras de cobertura no tienen un correlato con la equidad  de matrículas y tasas de titulación. La brecha radica en la posibilidad de acceder y egresar del sistema superior (solo un 11% del estrato bajo de la cohorte completa los estudios superiores frente al 84% del estrato alto); la mayoría de los estudiantes del estrato bajo y medio son la primera generación de su familia en acceder a estudios terciarios, en gran parte asisten a instituciones y carreras de escaso prestigio académico y presentan altas tasas de deserción (PNUD, 2017). Los factores son múltiples, asociándose principalmente a falta de recursos económicos para financiar aranceles, matrículas y materiales de estudios, la debilidad de conocimientos previos y la falta de claridad vocacional o motivacional. Según análisis de investigaciones sobre orientación vocacional (Valdebenito, 2017), hoy en Chile las escuelas si bien desarrollan esfuerzos para promover la orientación vocacional, despliegan acciones aisladas y de bajo impacto en los jóvenes.

Las altas tasas de deserción, cambio y trayectorias educativas complejas, conducen a pensar en la necesidad de un modelo de orientación vocacional distinto. Las trasformaciones se deben enfocar en el fortalecimiento del liderazgo educativo en este ámbito, y a desarrollar nuevas formas de trabajo con los jóvenes. Es necesario implementar políticas enfocadas en la configuración de rutas formativas que aseguren una mayor articulación, más flexibles y con oportunidades intermedias de salida.

María José Valdebenito

Académica Fac. de Educación U. Alberto Hurtado e investigadora CEDLE