A 500 años de su fallecimiento en un campo de batalla, científicos de la Universidad de Leicester en Inglaterra se preparan para revelar el secreto que se esconde tras los restos mortales del rey Ricardo III, del cual hasta ahora sólo se conoce la fotografía de un cráneo.

Ricardo III gobernó durante sólo dos años, desde octubre de 1483 hasta el 22 de agosto de 1485, fecha en la que cayó abatido en la batalla de Bosworth. Su cuerpo, sepultado en el convento de Greyfriars, desapareció cuando éste fue disuelto bajo el reinado de Enrique VII.

El cuerpo fue encontrado en septiembre de 2012 en un parque público de Leicester, con evidentes muestras de haber sido herido con una punta de flecha incrustada en la espina dorsal. Además, la espalda del cadáver posee signos de escoliosis, una aflicción atribuida a él en los libros de historia.

Luego del descubrimiento, los investigadores examinaron minuciosamente el cadáver a través de tomografías en alta definición y análisis de ADN de los descendientes del rey, que viven actualmente en Canadá.

Recordemos que Ricardo III fue caracterizado por William Shakespeare como un cruel e inescrupuloso asesino, una imagen que algunos pretenden cambie desde hoy. Su muerte marcó el fin de la dinastía Plantagenet y el principio del reinado de la Casa de Tudor por Enrique VII.