Una revisión rápida en internet arroja más de 30 sitios que ofrecen el mismo servicio: médicos a domicilio. En todos destaca la promesa de atención las 24 horas y se distinguen por algunas prestaciones adicionales, como vehículos para el traslado de pacientes o equipos para hospitalizar en los domicilios.

La consulta médica a domicilio puede durar de 20 minutos a más de una hora, dependiendo del estado de la persona. Y el costo también es variable: desde $ 38.000 a $ 120.000, según el horario de atención y la dirección del paciente. Asimismo, convenios con empresas permiten reducir el valor a $ 23 mil o $ 25 mil, incluso descontables por planilla, lo que ha propiciado el uso de estas empresas entre las familias.

Según las propias firmas, las especialidades más demandadas son pediatría, geriatría, broncopulmonar y traumatología. Y, al igual que en una consulta particular o en un centro médico, el profesional realiza la denominada anamnesis o recopilación de datos del historial clínico del paciente y, "posteriormente, el chequeo físico, para determinar un diagnóstico y entregar una receta indicando el tratamiento", explica Yuli Barrios, médico cirujano de origen colombiano, quien trabaja en la firma Médicos a Domicilio, que lleva 10 años en el mercado.

"El chequeo que hacemos es igual al que uno tiene cuando va a una consulta, la única diferencia es que, en vez de que el paciente se mueva, el que se mueve es el médico", añade Ricardo Villegas, empresario y dueño de la firma.

Claudio Córdova, de la empresa Red Terapia -que abrió hace más de un año-, cuenta que los pacientes han ido en aumento. "Tenemos dos perfiles de usuarios: uno, el que no tiene tiempo de ir a una atención de salud o que sale tarde de su trabajo, que pueden ser jóvenes, oficinistas y padres de familia. El otro tipo es aquel que tiene movilidad reducida o que está postrado y requiere de atención o de traslado a un centro médico con acompañamiento".

Según los profesionales, el auge de estas firmas se explica por el aumento de los tiempos de espera, tanto en hospitales como en clínicas, lo que lleva a las familias a preferir la atención en los hogares. A esto se suma que la boleta que entrega el médico es reembolsable por las isapres y los seguros privados, lo que abarata el costo.

"Nosotros partimos con un solo médico en temporada baja o verano, y dos en invierno. Hoy tenemos ocho en verano y 21 en temporada alta", agrega Villegas.

Los profesionales cuentan que, en su mayoría, los médicos realizan esta labor como complemento a sus trabajos diurnos o nocturnos. Asimismo, explican que en las empresas, cerca de la mitad o más de los galenos son de origen extranjero.

Escasa regulación

Para desempeñarse, algunas firmas disponen de médicos que cumplen turnos, mientras que otras funcionan con una especie de corretaje de médicos o "captadores de pacientes", en las cuales una central recibe los llamados y avisa al profesional. Así, es posible encontrar algunas firmas con infraestructura establecida y vehículos para trasladar pacientes, así como "virtuales", sin una sede física, en las cuales el médico se moviliza en su propio vehículo al domicilio que requiere un servicio, según le indica el encargado de operar los teléfonos y filtrar las llamadas.

La falta de regulación y fiscalización influye en la variedad de orgánicas que tienen. También evita la fiscalización sanitaria y legal sobre este rubro. Al respecto, algunas firmas indican que están registradas en la Superintendencia de Salud como centros médicos, debido a que no existe un concepto específico para agruparlas. Por lo mismo, la autoridad no posee un registro de cuántas empresas de servicios médicos a domicilio hay en Chile y tampoco hay garantías respecto de las competencias de los profesionales que atienden cada consulta.

Tampoco requieren de un permiso sanitario para funcionar, ya que la consulta médica está dentro del libre ejercicio de la profesión y es ambulatoria. Mientras, en el Servicio de Impuestos Internos las empresas figuran entregando "otras actividades relacionadas con la salud humana".

Al respecto, el superintendente de Salud, Sebastián Pavlovic, explicó que el sistema de médicos a domicilio "es como llamar al antiguo médico de la familia. Hay una relación entre privados: una persona que no quiere ir al centro médico llama al profesional, por lo tanto, regular eso, más allá del registro de los médicos, es complejo", dice la autoridad, agregando que "en el caso de la hospitalización domiciliaria hay un vacío legal. Al no estar reglamentado, no podemos avanzar en generar estándares de calidad".

Pavlovic agrega que algo similar ocurrió antes con las empresas de rescate de emergencia. "Presionaron hasta que se reglamentó el tema y ahora está pasando lo mismo. Al no estar regulados no puede haber una autorización sanitaria y no están definidos cuáles son los requisitos y estándares de calidad.

Villegas, de Médicos a Domicilio, indica que la falta de normativa ha facilitado la aparición de firmas informales. Por eso, el rubro busca asociarse para poder "demostrar al paciente que están contratando un servicio serio, porque antes de ser atendidos igual está la duda", dijo.

Rebeca Paiva, jefa del Departamento de Trabajo del Colegio Médico, explicó que la visita domiciliaria siempre ha existido, y que el paciente debe "chequear la identidad del profesional que vaya a su hogar, lo que puede realizarse en el sitio web de la Superintendencia de Salud, en el registro de prestadores y de ese modo cuidar y cautelar que esa persona sea quien dice ser".