La estimulación infantil es un aporte útil para el desarrollo del bebé. A partir de los dos meses de vida, las caricias y masajes beneficiarán su contacto con el mundo y en sus relaciones con las personas más cercanas.
El Instituto Carso de la Salud (ICS), una organización de ayuda sanitaria para América Latina creada por el magnate mexicano Carlos Slim, anunció que en 2008 destinanaría un presupuesto de unos 23,4 millones de dólares para impulsar algunos de sus programas, entre ellos el denominado "Atención Materno Neonatal con apoyo durante el Crecimiento y énfasis en la Estimulación temprana".
Cada día proliferan más los centros especializados en este tipo de terapias y actividades. Alibombo (ubicado en Madrid, España) es uno de ellos y según sus terapeutas lo ideal es comenzar a los dos meses de edad, "que es cuando por lo general, los niños se inician en la regularización de sus horarios de sueño y de alimentación lo que permite hacerles actividades de estimulación en sus períodos de alerta".
Según los profesionales de este centro, el programa de estimulación se lleva a cabo con equipos modulares, pelotas, colchonetas, escaleras, música, material sensorial, desarrollo manual, atención y capacidad de comunicación, entre otros.
Potenciar el área motora se refiere al control que se tiene sobre el propio cuerpo. Está dividida en motricidad gruesa, que abarca el progresivo control del cuerpo: el control de la cabeza boca abajo, el darse vuelta, el sentarse, el gateo, el ponerse de pie, el caminar, el correr, subir y bajar escaleras, saltar. Y motricidad fina, que abarca el control manual: sujetar, apretar, alcanzar, tirar, empujar, tirar.
MASAJE INFANTIL
Los masajes luego del baño o cuando hay que cambiar el pañal son un buen momento para establecer un contacto físico con el pequeño y así fortalecer una relación afectiva que se irá consolidando y en la que hay que poner buenos cimientos.
Además, se considera que el masaje infantil beneficia las áreas del desarrollo del niño y que se utiliza para estimular los sentidos de los bebés.
Según los profesionales que se encargan de este aspecto en "Alibombo", para que el niño crezca sin dificultades y logre una buena coordinación debe adquirir conocimiento y dominio de su propio cuerpo. "El logro de dichas habilidades favorece su equilibrio emocional, su desarrollo intelectual, su capacidad de concentración, la relación con los demás, su entorno".
Así, las caricias y masajes desde el nacimiento estimulan al bebé (ya que es una de las vías principales de entrada de estímulos), colaborando en su desarrollo afectivo, cognitivo y motriz. Además de favorecer sus primeras conexiones neuronales, representan el primer paso en la relación de comunicación materno-filial.
Los estudios sobre el tema reflejan que el masaje mejora el sueño y permite que el niño se relaje. Además de hidratar la piel e intensificar la comunicación, propicia un mejor desarrollo del sistema inmunológico y servicios.
JUGUETES
Los juguetes constituyen una fuente de estimulación durante el crecimiento del niño, favoreciendo el desarrollo de las funciones psíquicas, físicas, afectivas y sociales del pequeño, hasta el punto de que, según los expertos, el color de los juguetes puede influir en su temperamento y personalidad.
"Los juguetes rojos generan dinamismo e incitan al movimiento en los niños y, por ello, se recomiendan para niños más bien tranquilos que necesitan actividad", ha asegurado el coordinador del Comité de Seguridad y Prevención de Accidentes de la Asociación Española de Pediatría (AEP), el doctor Jordi Mateu.
"Los de color azul parece que favorecen la relajación y ayudan a dormir, por lo que se aconsejan a niños activos e irritables; los juguetes amarillos mejoran la concentración y ayudan al desarrollo de la inteligencia, mientras que los de color naranja denotan alegría y fomentan la actividad", explica.
Así, los amarillos serían adecuados para niños con dificultades de concentración y los naranja para aquellos que pasan por una etapa de cierta tristeza. Finalmente, los de color blanco parece que promueven el descanso y la relajación.
Para los primeros años de vida y para motivar la afectividad del niño, el psiquiatra infantil Paulino Castells aconseja muñecos, ositos y otros animales. Para estimular su motricidad, juguetes como pelotas, bicicletas-autos con pedales, juguetes de construcciones.
"Para estimular su sensibilidad y expresión hay que proporcionar a los niños juguetes musicales, sin olvidar aquellos que se puedan montar y desmontar, o de preguntas y respuestas que estimulan su capacidad mental", precisa Castells.