Al menos, 300 personas, en su mayoría funcionarios del Mineduc y del gobierno, recibieron ayer, entre aplausos, al destituido ministro de Educación, Harald Beyer, cuando llegó pasadas las 11 de la mañana a La Moneda, para reunirse con el Presidente Sebastián Piñera. La puesta en escena había sido organizada en detalle por el Ejecutivo, que citó a todos los miembros del gabinete a Palacio. Tras subir al salón de audiencias, Beyer bajó hasta el Patio de los Naranjos por una de las escaleras principales, escoltado por el equipo ministerial, la primera dama, Cecilia Morel, y el Mandatario, quien bajó aplaudiendo en todo momento a su hasta ayer ministro de Estado. "Ayer, una pequeña mayoría en el Senado cometió una inmensa injusticia. Pequeña no sólo porque fueron dos votos, sino que también porque los argumentos en que se basó esa acusación son injustos", dijo el Presidente. Antes, Beyer había llamado a seguir trabajando por "llevar adelante reformas profundas a la educación", y -en el momento más emotivo de su alocución- señaló que "me duele no seguir trabajando con este gran gobierno".
El tenor de la escena pública, dicen en el gobierno, se trasladó después al homenaje privado que le hizo Piñera a Beyer en el segundo piso de Palacio, al que se sumaron, además de los ministros, los parlamentarios que llegaron a La Moneda -entre ellos, los senadores UDI Juan Antonio Coloma, Ena von Baer, Víctor Pérez y su par RN Alberto Espina- y los candidatos presidenciales del sector, Laurence Golborne y Andrés Allamand.
Según algunos de los presentes, ahí Piñera calificó a Beyer como un "imprescindible" y, abordando el escenario político que abrió su destitución, dejó entrever que la acusación marca un nuevo rumbo para el gobierno.
Anoche, los ministros se reunieron en el restaurante Divertimento para una cena en honor a Beyer.
CRITICO DIAGNOSTICO
El encuentro en el segundo piso de Palacio estuvo marcado por un crítico diagnóstico de la acusación. Mientras el ministro de Cultura, Luciano Cruz- Coke, habló de la peor derrota que ha sufrido la Alianza -diagnóstico compartido por la mayoría de los convocados-, sobre la mesa estuvo presente también el rol de la ex Presidenta Michelle Bachelet.
En esa línea, el cuestionamiento común apuntó a la falta de un "gesto" de la ex directora de ONU-Mujeres, que hubiese podido evitar, a juicio del oficialismo, la destitución de Beyer. "Pudo haber colaborado en revertir la situación", señalan al interior de Palacio.
El diagnóstico fue exteriorizado luego por el ministro de Defensa, Rodrigo Hinzpeter, quien antes de abandonar La Moneda apuntó a la candidata PS-PPD. "Si alguien me ayuda en momentos difíciles, yo ayudo cuando esa persona está pasando un momento difícil, y Harald Beyer ayudó a Michelle Bachelet en un momento muy difícil de su gobierno. Cuando Harald Beyer necesitó quizás un pequeño gesto de Michelle Bachelet, ella no tuvo la disposición de brindarlo", dijo el ministro, en referencia a la revolución pingüina de 2006.
El miércoles, la titular del Trabajo, Evelyn Matthei, en tanto, había endurecido el tono, asegurando que "la orden de liquidar a Beyer vino de Michelle Bachelet o de alguien cercano a ella".
La ex jefa de Estado, en tanto, contestó los emplazamientos (ver página 4).
De acuerdo con altas fuentes de Palacio, con los emplazamientos se busca forzar a Bachelet a tomar una definición clara sobre la destitución; enrostrarle no haber asumido un rol de conductora de la oposición, como candidata del sector, y hacerle pagar los costos de la salida de Beyer.
En esa línea, en La Moneda y el oficialismo se señala que desde el retorno de Bachelet al país se ha instalado un clima de "rigidización" y "polarización" política, que atribuyen a la agenda "de izquierda" que ha impulsado. "Esta acción (la acusación constitucional) viene a confirmar el discurso de izquierda que Bachelet ha priorizado en estas semanas", apuntó el ministro Cristián Larroulet.
En La Moneda, en tanto, se optó por priorizar ayer el homenaje al ex ministro y retrasar su sucesión. Esta se anunciará a comienzos de la próxima semana.