Como jóvenes de bajo perfil, que apoyaban a sus comunidades y que subsistían vendiendo productos que ellos mismo elaboraban. Así describen los vecinos de los diferentes barrios donde residían los tres sospechosos, detenidos ayer en la madrugada, por su supuesta vinculación con los bombazos en la estación de Metro Los Dominicos y en el Subcentro de Escuela Militar. Esta última acción, ocurrida el 8 de septiembre, causó lesiones a 14 personas que transitaban por el lugar.
El operativo donde fueron aprehendidos ocurrió en una vivienda de La Pintana, ubicada en calle poeta Juan Ruiz Peña de la Villa San Matías, una población de casas de dos pisos, dos habitaciones, un baño y un pequeño patio. Ahí vivía hace seis años la única mujer del grupo, Nataly Casanova Muñoz, de 25 años, que según vecinos tenía una hija de menos de ocho años que no estaba en el momento de la detención.
Según vecinos, era recurrente que grupos de jóvenes visitaran el lugar por las noches, incluso uno de los habitantes del barrio mencionó que muchos de ellos vestían de negro. Aunque nadie asegura que Casanova era pareja de uno de los otros dos detenidos, era común verlos en la casa. Testigos dijeron que el procedimiento policial ocurrió mientras había una festejos en la vivienda.
"Estamos sorprendidos, nosotros estábamos celebrando las fiestas, al igual que otros vecinos, cuando ocurrió el operativo", relató María Arévalo, tesorera de la Junta de Vecinos de la Villa San Matías y quien vive en el pasaje Poeta Francisco Villaespesa, ubicado en la parte posterior de la vivienda donde reside Casanova.
Fue justamente ahí donde carabineros capturó a la mujer, quien intentó huir por los techos. "A veces había fiestas, pero no metían ruido, eran más bien de conversación. En ocasiones se veía gente fumando marihuana en el techo", comentó Marcelo Fuentes, quien también vive en el sector. "Venía casi todos los días a comprar con su hija y a veces, con un niño", dijo Amanda Soto, verdulera del barrio. Otros vecinos describen a la mujer, quien tendría una detención por hurto, como una persona "educada".
MANIFESTACIÓN
Casanova se dedicaba a la venta de pan integral, que ella misma fabricaba y que ofrecía en Facebook. Juan Flores Riquelme (22) también vendía pan en las estaciones de Metro: ambos en la audiencia de detención dijeron que su oficio era comerciantes.
Según fuentes de la investigación, este último habría participado en manifestaciones a favor de Juan Aliste Vega, uno de los condenados por la muerte del cabo Moyano en octubre de 2007. Incluso, existiría un video donde se registra su participación en una de estas protestas. Al ser conducido al control de detención gritó: "Abajo el Estado policial", reiteradamente.
Flores vivía en la población Amazonas de San Bernardo -la cual fue allanada ayer por personal del Gope- lugar donde, según los vecinos, son frecuentes los operativos policiales. El individuo tenía antecedentes policiales por robo con intimidación, hurto y desordenes y es descrito por cercanos como protector de sus dos hermanos, menores que él, y de su hijo de tres años. En julio pasado agradeció en Facebook a quienes lo visitaron mientras estuvo en prisión preventiva. En la misma red social simpatizaba con páginas web anarquistas.
Guillermo Durán Méndez (25), el tercer detenido, era conocido como "el universitario de los cubitos" en la calle Las Barracas, de la comuna de La Granja, lugar donde vive su madre. "Todos los veranos vende cubitos de hielo con sabores, además de otros alimentos que hace en su casa para vender en su universidad y también a la salida del Metro", cuenta un residente del lugar que prefiere mantener su nombre en reserva.
Durán tenía antecedentes por desórdenes. Incluso, hace algunos años había sido detenido en una manifestación frente a la Usach.