Dos jóvenes fueron detenidos este jueves por el reciente robo de una reliquia religiosa que contenía un pedazo de tela impregnada de sangre del papa Juan Pablo II, aunque la tela sigue sin aparecer, informó la prensa italiana.
Según Primadanoi, un diario digital local de la región de los Abruzos, donde se produjo el robo hace casi una semana, los dos hombres detenidos, dos drogadictos de 23 y 24 años conocidos entre los servicios de policía, reconocieron haber robado la reliquia.
Los dos fueron detenidos tras haber agredido unos días antes al cajero de un autobús, y reconocieron el robo de la reliquia. Pero solo se encontró el recipiente metálico.
Los dos hombres afirman haber tirado la tela, pero los investigadores tienen dudas sobre esta versión, según la misma fuente.
Otros medios italianos afirmaron por el contrario que en total se había detenido a tres personas que no conocían el valor real de la reliquia, y que la habían tirado pero no recordaban dónde.
La reliquia la ofreció en 2011 a la pequeña iglesia de San Pietro della Ienca, donde solía ir el papa polaco, el hoy cardenal de Cracovia, Stanislaw Dziwisz, secretario personal de Juan Pablo II hasta 2005.
La prensa local afirma que procedía del hábito que Juan Pablo II portaba cuando el extremista turco Mehmet Ali Agça le disparó, en mayo de 1981.
El cardenal Dziwisz pidió el miércoles a los autores del hurto que restituyeran el objeto robado "antes de la canonización de Juan Pablo II".
"No me explico un gesto así, puede que sea sólo un acto vandálico", comentó, descartando que se tratara de un robo con fines satánicos, como se había mencionado en la prensa.
"La reliquia no tiene algún valor comercial, sólo un enorme peso afectivo", agregó.
Juan Pablo II y el Papa italiano Juan XXIII serán canonizados el próximo 27 de abril en una ceremonia en el Vaticano.