Interceptaciones telefónicas y discretos seguimientos policiales. Estas fueron parte de las técnicas que -según fuentes ligadas al caso- realizaron efectivos de la PDI para detener a los integrantes de una banda dedicada a perpetrar robos con violencia en la capital. Esta agrupación estaría tras el asalto a un camión de valores perpetrado ayer en la estación Pedrero del Metro, donde dos guardias resultaron heridos, uno de ellos con riesgo vital.

Según altas fuentes de Carabineros, la organización criminal proveniente de la comuna de San Ramón ya era indagada por orden de la fiscal adjunta de la zona Occidente, Tania Mora.

De acuerdo con estas mismas fuentes, pericias realizadas por la PDI vincularían a sus integrantes con el robo a mano armada a una joyería de La Cisterna, ocurrido el pasado 7 de febrero. En ese atraco, la locataria Celinda de las Mercedes Espina Toledo (48) murió al ser baleada durante la fuga de los delincuentes.

Sólo seis días después de este hecho, el grupo habría planificado un nuevo golpe. Esta vez su blanco fue un camión de valores.

Ayer, en la población Yungay, de la comuna de La Granja, efectivos de la PDI detuvieron a tres sospechosos del violento robo al camión de valores, aseguraron desde la Fiscalía Occidente.

El Ministerio Público decretó el secreto de la investigación y, hasta ayer por la tarde, ni ellos ni la PDI habían efectuado declaraciones sobre el atraco.

El general Rodolfo Pacheco, jefe de la zona Santiago Oeste, dijo que "si la PDI llegó al lugar antes que nosotros que estábamos cerca, fue porque algún tipo de información tenían de antemano. Debieron tener algún tipo de orden de investigar previa con mayores antecedentes".

Violento robo
Eran cerca de las 10.30 de ayer, cuando un grupo de supuestos hinchas de Colo Colo llegó a la estación Pedrero, en la Línea 5 del Metro, en Macul (ver infografía).

Caracterizados con camisetas del club y simulando pedir dinero para comprar la entrada para un partido, los desconocidos aguardaban la llegada del vehículo blindado de la empresa de transporte de valores Dunbar, que debía retirar la recaudación del tren subterráneo.

Según los registros policiales, en el vehículo de Dunbar viajaban tres personas, de las cuales dos bajaron para retirar las remesas. Una vez realizada esta operación, y cuando los guardias bajaban por las escaleras hacia el camión blindado, comenzó el tiroteo.

Las 10.47 h fue el instante exacto en que los desconocidos desenfundaron sus armas y comenzaron a disparar en contra de los funcionarios.

Gritos, personas lanzándose al suelo, otras que corrían y llantos fueron parte de la escena que se vivió dentro y fuera de la estación del Metro. Como resultado del violento asalto resultaron heridos los vigilantes Luis Faúndez Rodríguez (43) y Miguel Ortega Ojeda (54).