Diecisiete personas fueron arrestadas este fin de semana en la ciudad estadounidense de Saint Louis, Misuri, durante protestas por el asesinato de un joven negro por un policía.
Miles de personas tomaron las calles de la ciudad y realizaron vigilias en el marco del llamado "fin de semana de resistencia", en memoria de Michael Brown, un adolescente negro asesinado a balazos el 9 de agosto por un agente de policía en el suburbio de Ferguson.
Las tensiones aumentaron esta semana tras la muerte, en Saint Louis, de otro joven negro por un policía que no se encontraba de servicio.
Durante la noche, manifestantes fueron arrestados cuando intentaban organizar una sentada en el estacionamiento de una tienda.
"Hubo 17 detenciones", señaló el Departamento de policía de Saint Louis en su cuenta en Twitter.
El jefe de la Policía Sam Dotson dijo que los manifestantes "tiraron piedras" contra los agentes y dieron muestras de una "continua actitud ilegal".
Pero los manifestantes negaron haber arrojado piedras y acusaron a los policías de actuar como "hooligans" y rociar con sprays de gas pimienta a gente que estaba filmando la protesta.
Iniciadas el viernes, las manifestaciones se extenderán hasta el lunes. El sábado, miles de personas manifestaron entre Saint Louis y Ferguson.
Brown recibió al menos seis balazos de parte del agente Darrell Wilson, y su cuerpo permaneció en la calle durante varias horas.
El hecho derivó en protestas violentas que se extendieron durante dos semanas en Saint Louis, una localidad de 21.000 habitantes. Pese a que su población es muy mayoritariamente negra, los integrantes de la policía son, en su casi totalidad, blancos.
Manifestantes denunciaron que durante las protestas la policía recurrió a un uso excesivo de la fuerza.