El yihadista confeso detenido por la policía en la ciudad griega de Alexandrúpoli, en el norte del país, tenía en su teléfono vídeos y fotografías de torturas y ejecuciones efectuadas por el grupo terrorista Estado Islámico (EI) y otras escenas de violencia extrema, publicó hoy la prensa local.

El hombre, un sirio de 32 años que había llegado con su familia en 2016 a través de la isla de Leros -en el Dodecaneso-, residió en un campamento de refugiados en Salónica, junto a su esposa y su hijo, y en un apartamento de Atenas, donde se encontraron materiales que, según las autoridades, probarían su vinculación terrorista.

El servicio antiterrorista sigue examinando dichos elementos.

Desde su llegada, la policía tenía sospechas de su vinculación con el terrorismo islámico, por lo que fue puesto bajo vigilancia.

En septiembre su esposa presentó una denuncia de maltrato contra ella y sus hijos, y unos días después ella misma confirmó a la policía de que el hombre habría participado en actividades del EI, por lo que las autoridades emitieron una orden de detención.

El jueves apareció en Alexandrúpoli para una entrevista relacionada con su demanda de asilo, tras lo cual fue arrestado.

Cuando se enteró de que iba a ser acusado de participar en actos terroristas, trató de suicidarse en su celda y fue trasladado al hospital de la ciudad, donde los médicos certificaron que no tenía nada serio.

Finalmente el hombre firmó una confesión en la que aseguraba haber participado en actividades del Estado Islámico.